Vargas Llosa, en los toros de Marbella
El escritor Mario Vargas Llosa no se pierde una corrida de toros. Desde que recaló en Marbella para su tratamiento anual de adelgazamiento, el novelista ha hecho un inciso en su dieta para acudir a las dos corridas celebradas en estos prolegómenos del verano en el coso marbellí, la última a cargo de los diestros Enrique Ponce, Morante de la Puebla y José María Manzanares, que salió a hombros tras lograr dos orejas.
Vargas Llosa es uno de los asiduos de la clínica Büchiguer, dedicada a ayunos de lujo -3.000 euros por 2 semanas sin comer- a base de zumos, caldos e infusiones endulzadas con una pequeña cucharada de miel. Otros famosos que en el pasado requirieron de los servicios del conocido centro fueron Cristina Onnasis y Sean Connery.
El escritor acudirá mañana a la inauguración de una avenida con su nombre que le ha concedido recientemente el Ayuntamiento tras sus repetidas visitas de los últimos veranos, donde suele dar una fiesta después de finalizar su tratamiento en la clínica, situada junto al hotel Meliá Miramar de Puerto Banús.
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