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Municipios valencianos, catalanes y aragoneses de la Taula del Sénia reclaman apoyo del Consell

Piden a la Generalitat Valenciana la misma atención que les prestan Cataluña y Aragón

María Fabra

Los 45 kilómetros que separan Vinaròs de Tortosa son recorridos por cuatro carreteras que pertenecen a tres administraciones distintas. Las infraestructuras son la principal reivindicación de los más de veinte municipios (11 de ellos castellonenses) situados en la ribera del río que delimita los territorios valenciano, aragonés y catalán. Unidos en la Taula del Sénia, reconvertida en mancomunidad, representantes de los municipios, que se reunieron ayer en Sant Carles de la Ràpita, reclaman de la Generalitat Valenciana la misma atención que les prestan los gobiernos de Cataluña y Aragón.

Todos estos pueblos concentran una población de más de 100.000 habitantes

La mayoría de los municipios ubicados en este ámbito geográfico pertenecen a la provincia de Castellón. Los ayutamientos integrados en la naciente mancomunidad tienen en ella representantes de los socialistas, el Partido Popular, Convergència i Unió, Esquerra Republicana de Catalunya, el Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa per Catalunya, el Partido Aragonés, Els Verds y alguna candidatura independiente.

En el verano de 2003 se constituyó la Taula del Sénia después de que los alcaldes de Vinaròs, Alcanar, Ulldecona y La Sénia constataran que los habitantes de los pueblos situados a los dos lados del río Sénia, a pesar de las divisiones administrativas, tienen "unos fuertes vínculos por razones geográficas, históricas, lingüísticas y culturales" y que "se debe superar, con diálogo y trabajo en común, los problemas que derivan de esas divisiones administrativas". Los más de veinte municipios dependen de tres comunidades autónomas diferentes (Valencia, Cataluña y Aragón). Desde entonces, la Taula ha funcionado como representación de todos estos pueblos, que concentran una población de más de 100.000 habitantes, para la reivindicación, fundamentalmente, de la mejora de las vías de comunicación.

La Taula se reunió ayer en Sant Carles de la Ràpita en una jornada lúdica en la que cada municipio mostró sus especialidades culinarias y sus principales señas culturales.

El encuentro de ayer estaba previsto como el primero tras la constitución de la Taula en mancomunidad. Sin embargo, algunos problemas burocráticos han aplazado esta cita. Aún así, todos los miembros de la Taula del Sénia han rubricado su pertenencia a la mancomunidad, con lo que su unión adquiere forma jurídica. A la jornada de ayer (a la que estaban invitados los presidentes de las tres comunidades autónomas implicadas) acudieron el conseller de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, así como presentantes de la Diputación de Teruel y del Gobierno central. Además, la Taula, con anterioridad, ya ha mantenido reuniones con el presidente de la Diputación de Tarragona, Joan Aregio, y con el Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall. Sin embargo, la atención que la Generalitat Valenciana presta a está mancomunidad es prácticamente nula, pese a que la mayoría de los municipios que la componen pertenecen a la provincia de Castellón. Vinaròs, Morella, Traiguera, Rosell, Canet lo Roig, La Jana, Càlig, Cervera, Castell de Cabres, Vallibona y Benicarló, concentrados entre las comarcas de Els Ports y el Baix Maestrat, son los municipios valencianos pertenecientes a la Taula del Sénia.

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El presidente de la mancomunidad, el alcalde de La Sénia, Víctor Pla, no encuentra explicación a las "reticencias" que esta unión de municipios provoca en las administraciones valencianas, tanto en la Diputación de Castellón como en la propia Generalitat. Pla admitió ayer que más allá de la atención que les prestan Cataluña y Aragón, la concreción para solucionar sus problemas es escasa. Aún así, valora el interés de las administraciones. Además, lamenta que, al parecer, se haya dado instrucciones a los ayuntamientos castellonenses gobernados por el PP de no adherirse a la mancomunidad, cuando municipios del mismo partido en otras comunidades sí han tenido libertad para pertenecer a la Taula.

En cualquier caso, los habitantes de la ribera del Sénia ya han visto cómo su unión comienza a dar frutos y, ayudados de parlamentarios como el senador socialista por Castellón Batiste Cardona, han logrado la mejora del servicio ferroviario regional. "Estamos muy desasistidos", señaló ayer el presidente de la mancomunidad, quien no acierta a determinar porqué esta zona ha sido, históricamente, desatendida. "Quizá sea por cierto desconocimiento del territorio, porque la gente, hasta ahora, no se había movilizado, o por su ubicación, en el límite de tres provincias y de tres autonomías".

Joan Saura, en el centro, ayer, en Sant Carles de la Ràpita con alcaldes de la Taula del Sénia.
Joan Saura, en el centro, ayer, en Sant Carles de la Ràpita con alcaldes de la Taula del Sénia.ÀNGEL SÁNCHEZ

Sin tocar el agua

"La Taula quiere lo mejor para todos y no va contra nadie, y por tanto buscará el consenso (e incluso la unanimidad) en todos los temas en los que sea posible, y, en consecuencia, aparcará aquellas cuestiones en las que haya legítimas diferencias entre municipios". Ésta es una de las bases de funcionamiento de la Taula del Sénia."Trabajamos por lo que nos une, que son muchas cosas", aseguran sus portavoces. Así, los representantes de los más de veinte municipios situados en la ribera del río Sénia decidieron no pronunciarse, ni siquiera tratar, el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro. Dado que no se significaron cuando se aprobó el trasvase, tampoco lo han hecho una vez ha sido derogado el PHN. "Siempre nos hemos abstenido de hacer cualquier declaración de cualquier tema que pueda ser polémico o que beneficie a unos municipios pero perjudique a otros", indicó ayer el presidente de la Taula y de la mancomunidad, el alcalde de La Sénia, Víctor Pla, del PSC. "No vamos a tratar cuestiones de gran calado político", añadió, sino reclamar que "se nos reconozca como territorio y que se nos otorguen medios para desarrollarnos y eso pasa por las infraestructuras".

De hecho, el consejero de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, hizo referencia, ayer en Sant Carles de la Ràpita, a la unión que supone el río para estos municipios y se mostró partidario de que su cauce no se convierta en una "frontera" de desunión.

Además, estos pueblos tienen otros proyectos como la restauración de los molinos que se levantan junto al río, la recuperación de la Vía Augusta y, en materia de enseñanza, sanidad o incluso tecnología, extender la posibilidad de utilizar los servicios de las otras comunidades, a través de la compensación entre administraciones.

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