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Entrevista:CELIA VILLALOBOS | Secretaria segunda de la Mesa del Congreso de los Diputados

"Mariano sabe matar bien"

Pregunta. Acepta el aborto, vota a favor del Gobierno la ley del matrimonio homosexual. ¿Es una modernilla en el PP?

Respuesta. Entonces, el alcalde de A Coruña qué es, ¿un antiguo en el PSOE?

P. ¿Pero va un poco a su aire o es mi vista?

R. Me gusta mantener algunos principios. La ventaja es que en el PP puedes hacerlo -te dejan votar, aunque luego tienes problemas- y en el PSOE te piden que no vayas a votar.

P. ¿Usted merece estar en el mismo saco que Ana Botella, Ana Mato o Carmen Fúnez?

R. Yo creo que los partidos somos tan diferentes como la sociedad. El PP representa a parte de la sociedad, y hay de todo.

P. El voto del matrimonio gay le ha costado una sanción. ¿Se lo habrá gastado Rajoy en cañas?

R. No. Mi partido tiene un reglamento, y mal iría el grupo si no lo aplicara a todo el mundo.

P. Dijo: "El problema de la izquierda es que tiene ideología". Todo un editorial de la derecha.

R. La ventaja de la izquierda en España es que tiene patente de corso. Se le perdona todo. Lo de la ideología sería objeto de un debate más profundo.

P. ¿Qué echa de menos de su etapa de ministra de Sanidad?

R. Nada. No soy una persona que viva del pasado.

P. ¿Ni su caldito sin hueso de vaca loca, o la recomendación de ir al médico de cabecera en caso de ántrax?

R. Tonterías políticas las hemos dicho todos. Yo dije la verdad: que se hiciera con hueso de cerdo, con jamón. Que, por cierto, hice el otro día uno buenísimo.

P. "De Aznar me gusta todo, hasta el bigote" (1994). ¿Era usted una inexperta?

R. No. Es que mi marido también tiene bigote. Me gustan los hombres con bigote. Y ya conocía bien a José María Aznar.

P. Un periodista dijo que tenía las más bonitas europiernas del Parlamento Europeo. ¿Cómo se lo tomó?

R. Pues con una mezcla de satisfacción y halago y de rabia. Porque de las piernas de los hombres no hablan nunca.

P. Cuando Piqué quiere llevar al PP hacia el centro y le tiran de las orejas, ¿usted pone las suyas a remojar?

R. En el PP eso no molesta. En el PSOE, sí, con casos como Chaves o Ibarra, que se les echa encima el señor Blanco poniéndoles a parir. Que Piqué quiera estar en el centro, lo comparto. También lo comparte Mariano Rajoy, ¿entiende?

P. A Rajoy, ¿mejor con el capote o con la muleta?

R. Con las dos cosas. Se le da muy bien torear. Y la espada la hace con mucha finura. Mariano sabe matar bien.

P. ¿La lengüecilla que tiene se la enseñaron las monjas?

R. Yo creo que me la enseñaron mis padres. Y a ser luchadora, y tal vez demasiado atrevida.

P. Fue campeona escolar de balonmano. ¿Sigue metiendo goles?

R. Y me los meten [ríe].

P. ¿Cuál es el último que le han metido?

R. Darle esta entrevista.

P. Trabajó de dependienta en Vogue. ¿Se le pegó algo?

R. Sí. Aprendí a trabajar bien. Siempre he ido chupando cosas para aprender, posiblemente por mi defecto de no ser universitaria. Ahora, de la moda, poco. Yo soy poco fashion.

P. Dice ser muy apasionada. ¿Adónde la puede llevar una pasión?

R. Pues me imagino que a conseguir los objetivos.

P. Por ejemplo, si ve un señor que la fascina.

R. ¿Qué quiere? ¿Que acabe mal con Pedro Arriola?

P. Póngase en una isla desierta. ¿Con Rajoy, Acebes, Zaplana o Aznar?

R. Con Mariano. Es el más divertido. Era cachondo hasta en los consejos de ministros. Aznar es un aburrío.

P. ¿Y fuera del PP?

R. El Gobierno es muy aburrío. Me llevaría a Eduardo Martín Toval, o a Rubalcaba. Y con el alcalde de A Coruña me iría a algún lado, porque ése es de ida y vuelta. Y con Alfonso Guerra me divertiría. Yo ya no estoy para pensar nada más que en el polvito, qué quiere que le diga. Estoy en la fase de superar la belleza por la diversión.

P. ¿Qué tiene de maruja?

R. Mucho. Soy ama de casa, me gusta el marujeo, la gente normal y corriente, ir a las ferias de los barrios... Yo siempre lo contrapongo a los estiraos. Y en política hay mucho estirao.

P. ¿Hay algo que no querría morirse sin hacer?

R. A mí me gustaría no morirme.

Celia Villalobos, demostrando el jueves, en el parque del Retiro de Madrid, hasta qué punto le va la marcha.
Celia Villalobos, demostrando el jueves, en el parque del Retiro de Madrid, hasta qué punto le va la marcha.LUIS MAGÁN

PERFIL

Con 56 años y tres hijos, es vital, remangada y sin pelos en su suelta lengua. Dice que el ordeno y mando se lo notan más sus hijos que sus colaboradores, se considera buena negociadora, porque le gusta el regateo, y asegura que será feminista hasta que se muera. Le gusta conversar y leer. Hace gimnasia, pilates y marcha

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