Un prototipo sin conductor
Un vehículo de VW que ensaya la conducción autónoma, sin intervención humana. El GPS le indica el camino para seguir, que debe programarse con antelación, y un conjunto de cámaras, radares y sensores le permite reconocer el terreno y evitar los obstáculos. Un ordenador procesa la información y maneja la dirección, el cambio y los pedales. La proeza técnica no es nueva, pero sí es de las que mejor reproducen la conducción en su complejidad real: puede circular por carretera y fuera de ella (en zonas 4×4) y es capaz de desviarse del itinerario marcado para evitar un árbol recién caído, por ejemplo.
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