Touriño anuncia negociaciones con Zapatero para pedir más inversión en Galicia
El socialista Emilio Pérez Touriño tomará posesión como presidente de la Xunta el próximo martes, 2 de agosto, y una de sus primeras iniciativas será llamar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para negociar medidas que comiencen a "corregir el déficit estructural de Galicia". En su discurso ante el Parlamento gallego como candidato a la presidencia, Touriño avanzó que también pedirá a Zapatero reformas en el Senado y en el Poder Judicial, así como que Galicia pueda disponer de representación propia en el extranjero.
Pérez Touriño pidió ayer la confianza de la Cámara autónoma en un discurso de 90 minutos, al que responderán mañana los grupos parlamentarios antes de votar la investidura del candidato socialista. El futuro presidente desarrolló el programa de Gobierno pactado entre el PSdeG y el BNG, que resumió en tres ideas motrices: modernización, autogobierno y cohesión. Comprometió algunas medidas concretas, como una ayuda de 300 euros durante dos años a cada hogar gallego para conectarse a Internet. Y anunció también un "proceso de diálogo y negociación" con Rodríguez Zapatero, al que pedirá "inmediatamente" que le reciba.
El candidato a presidente de la Xunta buscará un acuerdo unánime sobre el futuro Estatuto
El dirigente socialista advierte de que no habrá cambio hasta que desaparezca el clientelismo
El líder del PSdeG asegura en el debate de investidura que impulsará la modernización
- La relación con el Gobierno. Touriño fue muy duro al recordar el enfrentamiento de la Xunta del PP con el Ejecutivo socialista a propósito del Plan Galicia de inversiones. Aseguró que él nunca provocará esos "enfrentamientos institucionales" para "obtener ventajas partidistas o generar sentimientos de agravio". Pero, al mismo tiempo, opinó que Galicia arrastra "atraso secular, aislamiento y marginación".
A Zapatero le expondrá en La Moncloa la "necesidad de corregir el déficit estructural acumulado, en especial en materia de empleo, educación, sanidad e infraestructuras". Reclamará al presidente del Gobierno las reformas del Senado, el Poder Judicial y "ciertos entes reguladores" para adaptarlos a la estructura territorial del Estado. Y también pedirá que Galicia pueda tener representación tanto en la Unión Europea como en los países con mayores colonias de emigrantes gallegos.
- Financiación y Estatuto. Entre los asuntos a tratar con el Gobierno, Touriño se refirió a la financiación autonómica, asunto sobre el que fue menos concreto. Aludió a la posibilidad de crear una Agencia Tributaria Gallega, y apuntó que Galicia, aunque "comparte las aspiraciones de las nacionalidades históricas", también se siente próxima a las comunidades que "más requieren de políticas de cohesión y solidaridad". La reforma del Estatuto, apuntó el líder del PSdeG, es necesaria, entre otras razones, porque se redactó cuando el Estado de las Autonomías "estaba aún en una fase tentativa". El futuro presidente buscará el acuerdo unánime de las fuerzas políticas gallegas, "no sólo por imperativo legal, sino también por exigencia política". Entre los objetivos de la reforma, citó la búsqueda de "un marco de competencias coherente y suficientemente garantizado", "reforzar la identidad lingüística y cultural del país" y "establecer una estructura institucional más democrática".
- Clientelismo y regeneración. Touriño fue muy duro al caracterizar algunos aspectos de los 15 años de Gobierno de Manuel Fraga. Aunque no citó el término "clientelismo", lo reemplazó por el de "paternalismo más o menos intimidatorio". Acusó al PP de instalar un sistema que "convirtió la fidelidad política en un arancel a pagar por los ciudadanos, no ya para obtener un trato privilegiado, sino simplemente para ejercer sus derechos". En este punto, Touriño fue muy rotundo en su compromiso: "Por mucho éxito que tengamos en todo lo demás, mientras este tipo de prácticas no desaparezca de nuestra tierra, no podremos decir que ha habido cambio en Galicia". Su empeño es "restaurar los valores cívicos de las mejores democracias" con medidas para propiciar la transparencia y la profesionalidad de la Administración, el control parlamentario del Gobierno y el fin de "la anómala relación que mantuvo hasta ahora la Xunta con los medios de comunicación".
- Gobierno de coalición. Touriño quiso dejar claro que una coalición no tiene por qué implicar divisiones entre sus miembros y prometió: "Tendremos un Gobierno sustentado por dos partidos, no dos partidos que se reparten las áreas de Gobierno".
- Pacto por el empleo. Otra de las medidas inmediatas será la convocatoria a empresarios y sindicatos para lograr un acuerdo que fomente la creación de puestos de trabajo, la tarea, afirmó, "más importante" de su Gobierno. En las zonas metropolitanas se liberarán 20 millones de metros cuadrados para suelo industrial.
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