"La palabra 'quedar' me da mucho miedo"
Karla Suárez (Cuba, 1969) utiliza el teclado para dos cosas: trabajar de informática y escribir novelas. La viajera (Roca editorial) es su segunda obra, y aunque esta escritora cubana también ha vivido en varias ciudades americanas y europeas, asegura que su última novela no es autobiográfica. Con el libro regalan un disco, su "banda sonora".
Pregunta. La "banda sonora", ¿es otra cosa que un truco para vender?
Respuesta. La música es como un personaje más. Cada ciudad que visita la heroína tiene su música, y con el disco se rehace el viaje. Son temas que escuchan los personajes, así que a mí me pueden gustar o no.Yo no pensaba en el disco cuando escribí el libro, fue idea de la editora, pero la música ya estaba ahí.
P. El libro reposa en la alternancia entre un diario escrito hace años por la viajera y el presente que vive con su amiga. ¿Ha pensado en esta estructura desde el principio?
R. Sí. Se trata de un encuentro entre dos mujeres que es como una rendición de cuentas, después de seis años sin verse. Quería una parte contada en tercera persona y una parte en primera, y que una cosa complementara la otra. Primero escribí el cuaderno de la viajera, que es todo pasado, y luego empecé a unirlo al presente.
P. Como el personaje de Circe, usted ha vivido en varias ciudades. ¿También cree que existe una ciudad suya que tenga que buscar?
R. Yo no estoy buscando mi ciudad. Viví en Roma, y ahora estoy en París, que es el sueño de toda mi vida. Pero no puedo decir: "Sí, este es el lugar dónde me voy a quedar". La palabra "quedar" me da mucho miedo.
P. São Paulo, México, París, Roma... ¿Conoce todas las ciudades que parecen en el libro?
R. Ahora sí. Pero estuve en México una vez acabada la novela. Tenía que ir a los lugares del libro para verificar si lo que decía la heroína era cierto. Me reí mucho cuando descubrí lo que eran los frijoles, porque ella los cocina pero yo no tenía idea.
P. ¿Por qué se fue usted de Cuba?
R. Quería buscar otra cosa, ir fuera de la Habana. No me fui por razones políticas, aunque la gente siempre quiere que los cubanos hablemos de Fidel Castro.
P. Además de ser autora, usted es informática. ¿A veces escribe a mano?
R. No, siempre con la computadora. Y es terrible. Ayer estaba leyendo un libro y dije "¿dónde está la función buscar?". Lo bueno es que no tengo el síndrome del escritor que siempre teme perder el archivo del texto.
P. ¿Esta novela le ha transformado?
R. En algunas cosas sí. Tratando de escribir lo que los personajes piensan, reflexionas sobre tus sentimientos, por ejemplo sobre la nostalgia de Cuba, porque los cubanos de mi libro son o nostálgicos, o totalmente antinostálgicos. También puede haber preocupación por los personajes: cuando ellos tienen problemas, ¡me impiden dormir porque yo tengo que encontrar la solución! Pero sobre todo me divierte. Entre el sufrimiento y el divertimiento, me quedo con el divertimiento.
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