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El Gobierno abre este verano el controvertido centro de tráfico

Interior tiene pendiente aún la firma del convenio con Vizcaya

El Gobierno vasco abrirá a finales de verano el Centro de Gestión de Tráfico de Euskadi, una instalación cuya puesta en marcha se ha demorado por el enfrentamiento con las diputaciones sobre esa competencia. El centro, instalado en Bilbao, está funcionando ya en pruebas y ha supuesto una inversión cercana a los 24 millones de euros. El Departamento de Interior tiene pendiente aún la firma de un convenio con la Diputación de Vizcaya para el traspaso de equipos. Guipúzcoa y Álava ya alcanzaron un acuerdo que cerró el conflicto.

El Centro de Gestión de Tráfico es una histórica aspiración de la Consejería de Interior, que pretende coordinar todo lo relacionado con el tráfico en las carreteras vascas. Pero el Ejecutivo se topó en 2001 con la resistencia de las diputaciones a ceder una competencia que, entendían, era suya. Incluso, la Diputación de Vizcaya montó su propio centro en 2002, con una inversión de 23 millones de euros, que contemplaba un sistema de 53 cámaras de televisión en el área metropolitana de Bilbao y una red de sensores para determinar el tránsito de vehículos y la velocidad.

Las discrepancias llevaron el tema a la Comisión Arbitral, el órgano encargado de dirimir los conflictos competenciales en Euskadi, que en 2003 falló a favor de Interior hasta en tres ocasiones. Los dictámenes señalaban que la gestión del tráfico correspondía en exclusiva al Ejecutivo y las diputaciones debían limitarse al control de túneles y su tradicional labor de construcción y mantenimiento de las carreteras.

La decisión de la Comisión Arbitral zanjó la polémica, que coincidió también con el cambio en los equipos de gobierno en las diputaciones. Esto allanó la solución a un conflicto que causó perjuicios a ambas partes: Interior no podía instalar sus equipos por la falta de permisos de obras -que correspondían a las diputaciones- para instalar cámaras, sensores y paneles de información variable y las diputaciones no recibían datos sobre los accidentes de tráfico, lo que dificultaba la labor de sus propios centros de control.

Guipúzcoa y Álava ya han cerrado esta cuestión con el Departamento de Interior. La Diputación alavesa ha aprobado el convenio de colaboración en materia de tráfico con la Consejería, que permitirá el intercambio de información y la agilización de la instalación de equipamientos en las carreteras. Sólo resta la firma protocolaria entre ambas partes.

Pendiente en Vizcaya

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La Diputación guipuzcoana no firmará ningún convenio, según aseguró un portavoz oficial, "porque no hay nada que transferir. Con la resolución de la Comisión Arbitral, quedó claro que la competencia de regular el tráfico es de Interior". En Vizcaya si queda pendiente la formalización de un acuerdo, lo que se explica también porque era el territorio con el centro de tráfico propio más avanzado, ubicado junto a los túneles de Malmasín, a la entrada de Bilbao.

Un portavoz foral aseguró que hace dos meses se presentó a Interior un listado con los equipos disponibles en el centro. En este caso puede haber una compensación económica por ese traspaso de equipos, aunque en la Diputación vizcaína no se considera la cuestión económica como el tema fundamental. "Se puede solucionar de otra manera. En la última reunión quedó claro que no había grandes problemas".

Vizcaya está a la espera de recibir la respuesta de Interior a su informe. "Ha coincidido con el cambio en la consejería y, cuando respondan, se firmará el convenio", añadió.

Interior no ha querido comentar la situación del nuevo centro de tráfico y los convenios con las diputaciones. Un portavoz de la Consejería señaló que después del verano se presentará oficialmente la instalación, ubicada en el barrio bilbaíno de Txurdinaga, y se ofrecerá toda la información sobre este asunto.

El Gobierno dispone hasta ahora de un centro provisional de tráfico en la Gran Vía de Bilbao. La nueva instalación fue aprobada en julio de 2003 por el Consejo de Gobierno, con un presupuesto de 24 millones de euros, y compartirá el local con SOS Deiak, el servicio de emergencia. Las obras comenzaron a principios de 2003 y se encuentra en fase de pruebas, con el objetivo de que a finales de verano funcione con normalidad.

La idea era que controlase 58 estaciones, de las que 25 se localizan en Vizcaya, 23 en Guipúzcoa y 10 en Álava.

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