Tópicos
Hay tópicos que son exagerados. Otros son verdades como puños. Cuando estás nervioso dicen que estás como un flan. Debe ser porque si te mueven de manera brusca te derrumbas. Tiemblan tus cimientos y te ves arrojado al abismo. Ayer no pude ver la salida de muchos corredores, pero sí la de algunos. Basso salía concentrado, "ensimismado en su misma mismidad", como diría uno. Ullrich, agresivo, dispuesto a comerse el mundo. Mancebo salía humilde, como es, pero dispuesto a no dejarse asustar por ninguno. Y Rassmusen salía nervioso, no hay más calificativos. Los hay pero sería redundar.
Y claro, pasa lo que pasa si estás como un flan. Al suelo en una de las primeras rotondas. Después de esto, cómo no, entra en juego otro tópico: la ley de Murphy. Si algo puede ir a peor, irá a peor. Así que todo fue a peor. Un pinchazo, luego otro y una avería. Dos cambios de bici, uno de ellos en una posición acrobática más surrealista que práctica. Los nervios. Y lo mejor, al final. Otra caída, ésta ya más espectacular con voltereta incorporada. Sumando todos los factores resulta que pasamos de luchar por un puesto en el podio a un séptimo puesto, que no está nada mal, pero que después de lo pasado deja muy mal sabor de boca. Fue darle un trago a una bebida muy amarga.
Más tópicos. Tenía que ganar el mejor y el mejor es Lance, ¿alguien lo dudaba? No tengo nada en su contra, pero me hubiera gustado que alguien le batiese. Ver por lo menos una mancha en su historial. Sí, ha ganado este Tour pero no ha sido capaz de ganar ninguna etapa. Sí sus gregarios, pero no él. Pero me he quedado con las ganas, ha ganado el mejor.
Ahora bien, no tengo ni idea de quiénes eran esos niños ni qué relación les une con Amstrong, pero las imágenes me han sorprendido. Después de cruzar la meta se le ha visto recibiendo la felicitación de su conocida novia mientras unos críos le felicitaban. Después no se han separado de él más que lo estrictamente indispensable. Más tarde, allí estaban en la pertinente entrevista al ganador. Ellos parecían pasárselo en grande, no me extraña. Pero para el americano era un decorado inusual desde que tras su divorcio desaparecieron de la circulación sus hijos, lo que él consideraba el mayor milagro de su vida. Serían sus hijos, supongo pero a mí la imagen me deja un regusto a populismo, hacer más humana la imagen de esta máquina de darle fuerte a los pedales. Muy eficaz por otra parte.
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