Los incendios obligan a evacuar a más de 200 personas en el centro de Portugal

Dos incendios, que arden sin control desde hace días en dos regiones del centro de Portugal -Beira Alta y Beira Baxa-, fronterizas con Extremadura y Castilla-León, obligaron ayer a la evacuación de más de 200 personas de docenas de pequeños pueblos. El Gobierno portugués solicitó ayuda al Ejecutivo español, que no pudo atenderla debido a que la mayoría de sus equipos de extinción están concentrados en la lucha contra varios fuegos en España (sólo en Extremadura hay cuatro activos), según informaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid.

Las autoridades lusas han organizado dispositivos de apoyo médico en los puntos de acogida para las personas que tuvieron que pasar la noche fuera de sus domicilios. Varias de las viviendas han sido consumidas por las llamas. En algunos casos, Protección Civil optó por evacuar los pueblos, no tanto por a la amenaza directa de las llamas, sino por la densidad del humo, que podría desencadenar problemas respiratorios en los habitantes, en especial en los de edad más avanzada.

La tragedia de los incendios no abandona Portugal desde 2003. En ese año, unas 420.000 hectáreas (el 5% del territorio) fueron calcinadas por las llamas, que mataron a 20 personas. En los siete meses de 2005, unas 38.5000 hectáreas ya han sido consumidas por el fuego y han muerto dos personas.

Se suceden los llamamientos a la población para que incremente los cuidados y la prevención, dada la situación de sequía grave en el 100% del territorio, que ha multiplicado el número de incendios en las últimas semanas. En la tarde de ayer, unos 1.200 bomberos y 14 medios aéreos combatían incendios en varias zonas del centro y del norte de Portugal. Cinco de ellos seguían sin ser controlados.

El problema de la sequía fue ayer analizado por la comisaria europea de Agricultura, Marianne Fischer Boell, invitada por el Gobierno de Lisboa. Portugal quiere sensibilizar a la UE para que ayude de alguna manera a paliar los daños causados por la falta de agua, la peor escasez de los últimos 60 años. Dada la imposibilidad de activar el Fondo de Solidaridad Europeo -que sólo prevé ayudas en caso de catástrofes provocadas por incendios e inundaciones-, Lisboa pide a Bruselas ayudas indirectas para los agricultores. Hasta ahora, el Gobierno portugués ha conseguido negociar subvenciones directas por 250 millones de euros que llegarán a los agricultores en octubre.

Fischer Boell dijo que la situación en Portugal "es muy seria" y que su visita fue "muy importante" para tener una noción real de la situación. Informó de que seguirá "analizando la situación" y que tanto la Comisión como el Europarlamento están discutiendo la posibilidad de introducir algunos cambios en el Fondo de Solidaridad para permitir ayudas "a los agricultores que no tienen agua para los animales". La Confederación de Agricultores de Portugal estima las pérdidas globales por la sequía en 2.000 millones de euros. El Gobierno afirma que sólo en septiembre podrán ser contabilizados los daños.