"El crimen siempre te dirá más sobre la sociedad"

James McClure, nacido en Suráfrica en 1939, fue un activo crítico del apartheid, y se exilió en 1965 en Inglaterra, donde fue empresario de pompas fúnebres, fotógrafo -trabajó con Tom Sharpe-, periodista de sucesos, director de periódicos y escritor. Se le considera un clásico del género negro. Ha dado vida a la pareja policial de los agentes Kramer, blanco, y Zondi, negro. Ahora se ha editado El leopardo de la medianoche (Funambulista).

PREGUNTA. ¿Cuál es su opinión sobre el género negro?

RESPUESTA. Hay dos tipos: el que responde al típico rompecabezas de la corriente inglesa y la tendencia norteamericana, la de las calles malvadas donde se cuenta más sobre la sociedad que en cualquier otro tipo de novela, como en Al calor de la noche, de John Ball. El crimen siempre te dirá más sobre la sociedad porque refleja mejor los valores vigentes. Se aprende mucho sobre la sociedad por sus crímenes.

P. Usted se identifica con la tendencia novelística estadounidense.

R. Sí. He aprendido que los mejores oficiales de policía no son los más legalistas.

P. En su obra hay un trasfondo moral, pero no moralista.

R. Sí, pero yo no lo digo. Lo dices tú.

P. ¿Cuánto le preocupa?

R. No pienso mucho en eso. Yo escribo historias. Y lo primero para mí es que sean reales. Si escribo sobre Inglaterra tengo que tener siempre presente las clases sociales. En Inglaterra esa distinción es muy viva. La clase media siente siempre un poco de temor de la clase trabajadora.

P. Usted es muy risueño, en su obra es importante la risa y, sin embargo, la indignación, dice, es el motor de sus libros.

R. Un refrán de Liverpool dice que si no se puede reír, se tiene que llorar. En este mundo tan duro está bien que haya algo de risa también. Hasta el momento me las arreglé teniendo sentido del humor. Pero no todo el mundo estaría de acuerdo con esta definición porque tengo mucho genio.

P. ¿Se plantea escribir novela que no sea negra?

R. Ya escribí una, pero Time la reseñó en la página de sucesos. Es como el payaso que quiere interpretar a Shakespeare, pero siempre lo devuelven al circo. Mis novelas negras son serias, pero el mundo literario no lo reconoce como género serio.