Willy de Ville presenta su último disco, 'Crow Jane Alley', en el Crossroad Festival de Asturias
El legendario Willy de Ville presentó ayer en España su último disco, Crow Jane Alley, en la primera noche del Crossroad Festival de Gijón. De Ville (nacido William Brosey en 1953 en Nueva York) explora diversos estilos de rock americano de raíz con ese sello inconfundible de vitalidad canalla que caracteriza toda su carrera desde sus inicios en el punk neoyorquino de finales de los años setenta como compositor y vocalista de Mink De Ville.
Son esas tareas las que admite un Willy que conversa con voz altamente cazallera: "Eso es lo que yo hago. Hacer discos y también actuar en el escenario de vez en cuando". Cinco años llevaba este artista sin pisar el estudio, hasta dar con las canciones de este álbum, tremendamente romántico y emocional, aunque De Ville tiene otra opinión al respecto: "Para mí es uno de los más oscuros de toda mi carrera, quizá porque siento que es demasiado autobiográfico. Todas las canciones tienen algo de páginas de un diario. Esos versos unidos a esas melodías provienen a veces de una simple charla por teléfono con mi chica. Eso es lo que sé hacer: escribir canciones acerca de las cosas que me pasan". No obstante, él atribuye sus composiciones a seres de otro mundo: "A veces me maravilla de donde vienen mis canciones. Para entenderlo tengo que echar un vistazo a lo que viene pasando desde hace 25 años. Y siendo tan joven en mi carrera, he de decirle que estoy impresionado. Compruebo que temas que compuse hace 25 años aún se mantienen vigentes. Por eso pienso que no fui yo quien creó aquellas maravillosas canciones, sino que fueron mis ángeles...". Aunque siente cierta pereza al hablar de la grabación -"es aburrido. Es preferible que te cuente lo buenos que son los músicos que han intervenido"-, reconoce que su método consiste en "ponerse a grabar algo de blues y mezclarlo con música de Veracruz o algo de flamenco o de cajun..., el resultado es siempre algo nuevo para mí; como un bebé".
Sin embargo, De Ville se niega a que se etiquete su trabajo: "¿Mucho country en este álbum? Bah, no me gusta poner categorías a la música... Es música americana y supongo que hay que llamarla así para diferenciarla de la ucraniana, la española o la italiana. Pero es sólo mi propia manera de entender el rock'n'roll".
De entre los temas del álbum destaca Muddy Waters Rose Out of the Mississippi Mud, canción en la que De Ville califica su admiración por el legendario creador de blues en los siguientes términos: "Si estuviésemos hablando en términos de religión, esa canción sería básicamente mi plegaria a Muddy Waters. Él flota en el aire como Jesucristo camino del cielo. Él nos enseñó que un bluesman ha de cantar y tocar la guitarra como si sus dedos y su garganta estuviesen en llamas y siempre agarrado a una pinta de whisky". También hay una inesperada y excelente versión de Salve to love, del ex Roxy Music Brian Ferry: "Es una maravillosa canción y yo la canto tan bien. Escuche las dos versiones. La mía es un poco más oscura".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.