Medio Ambiente prepara el cambio de la toma de agua del trasvase Júcar-Vinalopó

La decisión sobre un cambio del trasvase Júcar-Vinalopó para situar la toma del agua cerca de la desembocadura de Cullera en vez de en Cortes de Pallás se tomará previsiblemente antes de final de mes en la comisión técnica que reúne al Ministerio de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), los regantes, la empresa pública Aguas del Júcar, Xúquer Viu y la Fundación Nueva Cultura del Agua. Aunque la comisión tendrá la última palabra, el ministerio mantendrá antes una reunión -en principio mañana- para decidir su postura respecto de la alternativa de tomar el agua en el Azud de la Marquesa, donde los regantes del Júcar defienden que hay más recursos. El ministerio probablemente apostará por esta alternativa, según fuentes cercanas a la negociación sobre el proyecto. A la reunión asistirán, además de altos cargos del ministerio, entre otros, la CHJ y el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, según fuentes conocedoras del proceso.

El trasvase al Vinalopó se enfrenta a una fuerte contestación social en la Ribera, incluidos algunos ayuntamientos socialistas, y el ministerio se comprometió a estudiar alternativas. La toma del agua al final del Júcar implicaría modificar el trazado y retrasaría la obra, entre otros problemas, pero aseguraría una mayor dotación de agua para el Vinalopó sin detraer los recursos de la parte alta del río, lo que apoyan los regantes de la Ribera. El secretario de Medio Ambiente del PSPV-PSOE, Francesc Signes, afirmó ayer que se trabaja para que la decisión final "sea lo más aproximada" a las reivindicaciones de los afectados, lo que supone garantizar las necesidades del Júcar y L'Albufera y posibilitar el trasvase de recursos al Vinalopó.

La controversia que genera el trasvase se puso de manifiesto de nuevo ayer. Xúquer Viu y la Fundación Nueva Cultura del Agua advirtieron de que con el trasvase actual la aportación del Júcar a Valencia y su área metropolitana se reduce entre el 30% y el 50%. Una reducción que no afecta a la concesión fija de Valencia, pero sí a las reservas, que se compensarían con agua del Turia, de peor calidad. "Para que el Vinalopó bebiera del Júcar, Valencia tendría que beber del Turia", subrayó el portavoz de la fundación, Antonio Estevan, quien destacó que ello implicaría "un problema grave de calidad". El concejal del Ciclo Integral del Agua, Ramón Isidro, aseguró que el abastecimiento de Valencia "está garantizado" y tildó de "alarmistas" a EU-L'Entesa y el PSPV, que participaron en la comparecencia y recordaron que el Ayuntamiento no participó en la comisión.