Singapur recupera bríos

La economía de Singapur se ha recuperado de un primer trimestre en que su PIB cayó un 5,5% anualizado. Este repunte de una de las más dinámicas de Asia fue posible gracias al buen comportamiento del sector manufacturero y de los servicios. El país podría crecer este año un 4%, dejando atrás un débil desempeño del comercio exterior durante los primeros tres meses del año.

La extremada apertura de su economía hace muy vulnerable a este país a la salud de algunos socios comerciales como EE UU, Japón y China

Pese a ser un pequeño país, Singapur es la economía más grande de Asia oriental, tras la de Japón, con un PIB de 184.000 millones dólares

El PIB de Singapur ha crecido un 3,9% durante el segundo trimestre. El dato, hecho público por el Ministerio de Comercio local, se compara favorablemente con el mismo periodo del año pasado y se produce tras un primer trimestre en que la economía se contrajo un 5,5% anualizado, sembrando los temores sobre la marcha de las finanzas locales. No obstante, estas cifras superan las proyecciones y mantienen los pronósticos de crecimiento anual en un 4%, por debajo del 8,3% de 2004.

Singapur, que en las últimas décadas se ha convertido en una de las economías más dinámicas de Asia-Pacífico, viene saliendo de una grave crisis económica y financiera, que en 2001 generó una caída del 2,4% en su PIB. No obstante, el reciente crecimiento del 12,3% anualizado respecto del trimestre anterior ha devuelto la confianza en la política económica del Gobierno, basada en la recuperación del turismo, el aumento de las ventas minoristas y el alza en las tasas de inversión.

Este despegue también ha sido posible gracias al sector manufacturero, que creció un 3,5% en el trimestre y de los servicios que lo hizo en un 4,2%, gracias a los buenos beneficios cosechados por las compañías del sector. El desempeño de los servicios es clave para el país, ya que representa cerca del 63% de su economía. Por el contrario, la construcción se contrajo un 1,4%, aunque se mostró más fuerte que los primeros tres meses del año, en que cayó un 5,2%.

No obstante, el comercio exterior le sigue pasando factura. Los buenos resultados obtenidos durante 2004 cuando sus envíos al exterior crecieron un 19,1% y sus importaciones un 24,7%, se han visto frenados por los elevados precios del petróleo, la ralentización de la economía mundial y de EE UU. La economía de Singapur, cuya industria de componentes tecnológicos es una de las más competitivas del mundo, se resiente mucho ante cualquier disminución de sus exportaciones.

Y es que la estructura económica del país es un arma de doble filo, ya que su carácter extremadamente abierto la hace altamente vulnerable a cualquier movimiento en las economías de sus socios comerciales como Estados Unidos, Japón y China. El país asiático fue la primera nación del mundo en establecer un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos hace dos años, lo que ha convertido al gigante mundial en su segundo socio comercial en importancia y ha aumentado su interdependencia.

Dependencia exterior

Sin embargo, esta apertura comercial convierte a Singapur en una atractiva plaza para la inversión extranjera y la puerta de entrada de las principales empresas del mundo a las dinámicas economías de los gigantes asiáticos. Más de 1.300 empresas de EE UU tienen sus oficinas regionales en el país, y la inversión extranjera directa que crece todos los años se ha convertido en uno de los pilares del crecimiento económico del país.

Esta apertura comercial es también la causante de que Singapur a pesar de ser uno de los países más pequeños de la región con 4,4 millones de habitantes es la economía más grande de Asia oriental después de Japón, con un PIB de 184.000 millones dólares. Con todo, los analistas son optimistas. Se basan en unas sólidas finanzas estatales que han mantenido un superávit público en los últimos cinco años, un desempleo que en 2004 llegó sólo a un 4% y una inflación que no supera el 1,7%.