La oposición acusa al PP de querer demostrar la "inmunidad" de Fabra

La resaca del homenaje al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, celebrado el viernes por la noche en una multitudinaria cena en la capital de La Plana, llegó ayer cargada de críticas por parte de los partidos de la oposición y de alabanzas por parte del PP. Tanto el PSPV como Esquerra Unida interpretaron el apoyo del Consell al acto como una muestra de que, aparentemente, los políticos gozan de inmunidad. El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, explicó que acudió a la cena "como amigo" de Fabra, y no en representación del Gobierno valenciano.

El portavoz adjunto del PSPV en las Cortes Valencianas Andrés Perelló sostuvo que el Ejecutivo valenciano, que estuvo representado en el homenaje a Fabra por el vicepresidente, Víctor Campos, y por el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, "sienta precedentes" al dar a entender que las personas que defrauden a Hacienda "va a tener el apoyo del Consell y del presidente Camps". Perelló añadió que el Gobierno valenciano ya no tiene "capacidad para distinguir verdad y mentira". Así hacía referencia a las declaraciones realizadas por el portavoz del Gobierno Valenciano, Esteban González Pons, quien el viernes calificó de "normal" la presencia de ambos dirigentes en un acto homenaje a una persona, según dijo, "que no está imputada", cuando Fabra lo está por la posible comisión de uno o varios delitos contra la Administración Pública y por un presunto delito fiscal. Para el diputado socialista, "González Pons mintió una vez más al negar que Fabra está imputado". Perelló añadió que "una cosa es ocultar a los ciudadanos valencianos el caso Fabra y otra cosa es mentir como lo hizo ayer [por el viernes]".

Con respecto al acto organizado por 42 colectivos, al que acudió más de un millar de personas, entre los que se encontraba una amplia representación del PP provincial, la convocatoria "fue una escenificación de cómo al PP no le importa el chantaje emocional y arrastrar a organizaciones sociales al lado de una persona que presuntamente ha defraudado a Hacienda y está imputada".

Por su parte, la coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, lamentó que actos de desagravio como el de la noche del viernes para homenajear "a un cacique, degradan la calidad de la vida política de país y trasladan a la ciudadanía que los políticos tienen inmunidad". Además, para Marcos, "los indicios que pesan sobre Carlos Fabra y que ya revelan, al margen de lo que pase en los tribunales, un comportamiento bastante poco ético, hacían absurdo el homenaje".

La coordinadora de EU también se refirió a las declaraciones de González Pons, al que acusó de "tratar de ocultar" las imputaciones de las que es protagonista Carlos Fabra y reclamó al Consell que se dé cuenta de que la imagen que ofrece el presidente de la Diputación de Castellón como la de un político "que oculta su enriquecimiento a los ciudadanos y a Hacienda, que medra y manipula en beneficio de las empresas de amiguetes y que utiliza el cargo para tejer una red de influencias y de obediencias debidas que explican la masiva asistencia ayer al acto". "El apoyo de los fieles no le hace más honorable ni evitará posibles condenas", añadió.

Quien sorprendió ayer con sus declaraciones fue el propio vicepresidente del Gobierno valenciano, Víctor Campos, quien, una vez pasado el acto de homenaje, quiso aclarar que acudió "como amigo de Carlos Fabra" y que no lo hizo en representación del Consell. Para Campos, la cena "fue muy importante para él [Carlos Fabra] y para su familia". El vicepresidente aseguró sentirse muy satisfecho del resultado del evento: "Me alegro de que la gente que quiero y aprecio tenga los mejores momentos posibles", sentenció.