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Reportaje:FESTIVAL INFORMÁTICO | Verano 2005

Un festín a golpe de ratón

Unos 300 internautas se reúnen en la primera Lan Party de Málaga

Javier Martín-Arroyo

Dormiré la primera noche para aguantar jugando hasta el domingo". Merlin Berns ha llegado desde Marbella dispuesto a batir sus propias marcas jugando en red junto a su pandilla de amigos. "Pero hay quien se pasa. Ni come y acaba exhausto dormido sobre el teclado", añade a su lado Alejandro Gómez.

No es una prueba de supervivencia. La primera Lan Party se abrió ayer en Málaga para 300 internautas que acudieron con sus ordenadores dispuestos a jugar en red y compartir archivos y programas. Sobre todo música y películas, aunque el comentario siempre llega con la boca pequeña, debido a los espinosos derechos de autor. Los datos son "punteros para una propuesta modesta que arranca", dice un participante: 100 megas por segundo para navegar por Internet, 26 kilómetros de cableado convencional y de red, 12 megas de red interna... Esta magnífica conexión supone que una película viaja de un ordenador a otro en cinco minutos. ¿Un disco? En menos de un minuto.

Es la versión tecnificada de un festival de música rock, tiendas de campaña incluidas, para un fin de semana "a tope". El pulcro parqué sustituye al barro, y los agentes de seguridad no protegen a estrellas deslenguadas, sino a las codiciadas torres de los ordenadores. La mayoría están modeadas, una práctica consistente en transformar los ordenadores añadiéndoles piezas, luces y sistemas de refrigeración a la última. "Ves de todo, torres dentro de peluches, televisores antiguos, e incluso hechas con piezas de lego", apunta Sonia del Molino, una de las escasas chicas que participan junto a su clan Zona Hispana.

La mayoría viene a competir en los multitudinarios juegos en red y disfrutar mientras le ve por fin la cara al contrincante, después de jugar cada uno desde su propia casa. Entre ellos Javier García, alias Chakal, ganador de distintos torneos y jugosos premios, malagueño de sólo 17 años invitado por su increíble destreza al ratón en el juego Quake 3. Sólo tiene una queja: "Debería haber más chicas", critica riendo.

Pero el encuentro también tiene otros usos. "Aprendes mucho de los problemas que dan sin parar los nuevos programas", afirma Gómez, con el alias Margarito, y estudiante de Informática.

La fiesta cibernética apela a los instintos de los jóvenes -la media de edad ronda los 22 años- y también exige ejercicio físico para descargar la adrenalina acumulada. Hoy se celebra un torneo de lanzamiento de móviles y ordenadores. "¿Quién no ha sentido alguna vez la tentación de estampar su PC contra la pared?", interroga un portavoz de la organización.

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Ayer acudió el polémico gurú de la red española, Jorge Cortell. Adorado por unos, denostado por otros, y enemigo público de la SGAE por su defensa pública del intercambio de archivos, tituló su charla La entelequia de la propiedad intelectual. Además habrá otra conferencia sobre hackers, una exhibición de artes marciales, y conciertos de dj's como Ministry of Sound.

"Hay quien no pega ojo, pero cada uno se lo monta como quiere", aclara José Antonio Platero, coordinador del festival. Aún a años luz del mayor encuentro nacional, la Campus Party de Valencia con más de 4.500 internautas, y que curiosamente nació en Mollina (Málaga) hace ocho años, la "kedada" malagueña aspira a ser el referente andaluz de estas bacanales informáticas.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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