Kevin Hagen, actor de cine y televisión
Más de 130 series televisivas y un buen puñado de películas avalan la prolífica trayectoria profesional de Kevin Hagen, que falleció el pasado 9 de julio en Oregón, a los 77 años, a causa de un cáncer de esófago.
Hagen fue los actores más representativos de ese tipo de intérpretes que Hollywood llamaba "de carácter", actores robustos, de firme formación y poderosa presencia, habituados a permanecer atados a personajes de segunda fila, pero especialistas en robar escenas a los teóricos protagonistas con su sola presencia. Actores que se convertían en casi cotidianos en la memoria del espectador, aunque pocas veces éste recordase sus nombres.
Quizá el personaje que más popularidad otorgase a Haven en España fuera el del entrañable Doctor Hiramen Baker en la recordada serie de Michael Landon La casa de la pradera, una excepción en su trayectoria artística en la que interpretó de manera regular a personajes de villano.
Kevin Hagen nació en Chicago el 3 de abril de 1928. Hijo de bailarines profesionales especialistas en bailes de salón, se nutrió de música desde su infancia, aunque no iniciase su carrera artística hasta los 27 años. Abandonado por su padre en la niñez, Hagen se crió con su madre, y la muerte de ésta en 1954 le sumió en una crisis personal tras la que decidió abandonar sus estudios de Derecho y abrazar su antigua pasión por la danza. Sin embargo, tras entablar amistad con el bailarín y actor Buddy Ebsen, se inclinó hacia las tablas del teatro y se decidió a dar clases a las órdenes de la excepcional actriz Agnes Moorehead en el teatro de los estudios de la 20th Century Fox. Su poderoso físico y la fuerza dramática de su voz pronto le llevarían hasta el personaje principal de Deseo bajo los olmos, de Eugene O'Neill.
Eran los primeros pasos de una carrera que se prolongaría durante más de treinta años, y en la que se convertiría en un asiduo visitante de un número inabarcable de series televisivas: Mannix, La ley del revólver, Perry Mason, Los intocables, Bonanza, El virginiano... Cualquiera de los clásicos de la pequeña pantalla contaba con su participación, especializada pronto en vaqueros rudos o malvados.
Debutó en el cine en el año 1958, en la producción de Disney The light in the forest, pero comenzó a llamar la atención tras una breve aparición en la inolvidable Río Conchos, de Gordon Douglas, en 1964. El valle de la violencia, el año siguiente, en la que compartía cartel con James Stewart y Doug McClure, cimentó su imagen, consolidada con más películas del Oeste como Duelo a muerte en Río Rojo, a las órdenes de Richard Torpe, junto a Glenn Ford y Angie Dickinson. En 1974 llegó su momento álgido al intervenir durante casi diez temporadas en la legendaria La casa de la pradera, el éxito mundial ideado por Michael Landon.
El cine de los ochenta aún disfrutaría de su categoría en pequeñas apariciones en filmes como Power, de Sydney Lumet, y Cazador a sueldo, la última película de Steve McQueen, aunque, lamentablemente, su despedida cinematográfica haya quedado en la más que mediocre The Ambulance, de Larry Cohen.
Y es que Kevin Hagen se retiró oficialmente de las pantallas de cine y televisión en 1991; claro, que los habitantes de Oregón podrían disfrutar aún de su voz y su físico, que lucía sin importarle los años en numerosas representaciones en el Oregon's Rogue Music Theater, donde presumía interpretando a personajes de obras como The best of Broadway, Oklahoma y West side story.-
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