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Antidroga calcula que en la región viven unos 21.000 toxicómanos

17.500 personas se hallan en tratamiento de desintoxicación de drogodependencias

La población toxicómana en la región supera las 21.000 personas, según la Agencia Antidroga de la Comunidad. La mayoría de ellas, 17.575 vecinos, lucharon en 2004 para abandonar las drogas integrándose en alguno de los programas de desintoxicación del Gobierno regional. Otros 4.000 no lo intentaron, pero sí recibieron atención para la reducción de daños, como la dispensación de jeringuillas esterilizadas para evitar la transmisión de enfermedades. El consumo de drogas inyectadas sigue descendiendo, y un 80% de los nuevos usuarios por esta vía son inmigrantes.

Manuel Molina, gerente de la Agencia Antidroga, presentó ayer la memoria anual de la institución y destacó un cambio de tendencia en los pacientes atendidos en el dispositivo asistencial de venopunción, la narcosala de Las Barranquillas. "Desciende de forma importante el número de toxicómanos que acude a la narcosala por primera vez. Esto confirma la tendencia de que cada vez son menos los nuevos consumidores que se inyectan las drogas. El 80% de ellos es inmigrante", explicó Molina.

"Un dato destacable es que muchos de estos inmigrantes que usan la narcosala provienen de países del este de Europa en los que ha habido algún conflicto bélico. Lo que ellos cuentan es que fueron los propios ejércitos los que los introdujeron en el consumo para que tuvieran más valor a la hora de luchar", añadió.

Cada día, 100 toxicómanos acuden a la narcosala para inyectarse su dosis de droga. Allí reciben jeringuillas y demás material esterilizado (cucharillas, agua...) y se les intenta atraer a alguno de los programas de desintoxicación existentes. Desde su apertura, en 2000, la narcosala atiende cada vez a menos nuevos toxicómanos. Si en 2001 fueron 2.685, en 2003 fueron 892 y el año pasado, 550.

El mayor de los programas de desintoxicación es el de metadona, sustancia que sustituye a la heroína en un primer paso hacia el abandono de las drogas. Un total de 9.212 personas lo siguieron, un centenar más que en 2003. De ellos, 901 lo hicieron a través del Programa de Dispensación de Metadona en Farmacias.

Reinserción laboral

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La agencia destacó la dificultad de obtener la cifra de toxicómanos que dejaron totalmente las drogas en 2004 ante la frecuencia de las recaídas, pero sí ofreció un dato positivo: "El programa de reinserción ha logrado que 615 personas encontraran un empleo. Los empresarios nos dicen que son trabajadores entusiastas, que están muy agradecidos por la nueva oportunidad que se les brinda y que están dispuestos a aprovecharla", señaló Molina.

Otro dato, éste negativo, es que 4.000 drogodependientes rechazaron integrarse en cualquier programa de desintoxicación. En estos casos, la actuación de la agencia pretende evitar los daños en el organismo que pueden sufrir los adictos, como el contagio de sida o hepatitis C al compartir jeringuillas. Durante 2004, la agencia repartió más de dos millones de jeringuillas.

El gerente añadió que cada vez son menos los toxicómanos que consumen heroína sola, cerca del 5%, mientras sigue creciendo el consumo de cocaína y la mayoría de los antiguos heroinómanos hoy mezclan ambas sustancias. Molina destacó que uno de cada 20 menores de 14 a 18 años ha consumido cocaína en el último año, el triple que hace una década.

"El perfil del adicto a las drogas ya no es el del heroinómano que deambula buscando su dosis, sino un hombre joven de clase media", subrayó. Este hecho obligó a la agencia a abrir en abril de 2001 el Centro de Atención Integral a Cocainómanos (CAIC). En él, los pacientes permanecen ingresados en la primera fase de desintoxicación. En 2004 fueron 143. Los hospitales públicos también realizaron esta función con 370 pacientes.

Los dispositivos convivenciales, pisos en los que varios ex toxicómanos conviven como medio para lograr su reinserción social, fueron los que más crecieron en 2004. De 287 usuarios en 2003 se pasó a 429 el año pasado.

Crecen un 110% las multas por 'botellón'

Más de 20 personas fueron sancionadas cada día en 2004 por consumir alcohol en la calle. Esta cifra de 7.561 multas supone un crecimiento del 110% (más del doble) respecto a las 3.597 sanciones de 2003.

"El fenómeno del botellón ha descendido en la región, como puede observarse en las calles y plazas de muchas ciudades. Pero sí han sido intensificados los controles, lo que ha provocado este aumento tan importante en las sanciones", afirmó Manuel Molina, gerente de la Agencia Antidroga.

La sanción a la que deben hacer frente los expedientados no reincidentes es de 300 euros, pago que pueden evitar si acuden a una sesión informativa de cuatro horas y media de duración en la que son informados del marco legal vigente y de los riesgos del consumo excesivo de alcohol. Pese a ello, casi la mitad de los sancionados, un 45%, no acude a estas sesiones, por lo que el procedimiento sancionador sigue adelante. "Algunos recurren, quizás pensando que así retrasarán la sanción, ésta caducará y lograrán evitar el pago. Lógicamente, esto no es así", aseguran desde la agencia.

Los bares y locales de espectáculos sancionados por suministrar alcohol o tabaco a menores fueron 446 en 2004. Otros 291 comercios y 372 gasolineras también fueron multados por este motivo o por vender las bebidas a partir de las diez de la noche a cualquier ciudadano, hora límite fijada por la llamada Ley antibotellón.

Las sanciones alcanzaron igualmente a 330 centros escolares que no respetaban la normativa de espacios libres de humo.

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