Un incendio intencionado en un centro comercial causa 21 muertos en Rusia

Al menos 21 personas perecieron ayer en la ciudad de Ujtá, en el territorio de Komi (al norte de Rusia), a consecuencia de un incendio intencionado que consumió rápidamente un centro comercial. Inicialmente, la Fiscalía rusa descartó que se tratara de un acto terrorista y se inclinó por atribuir el hecho a un ajuste de cuentas. Según los relatos de varios testigos, unos jóvenes prendieron fuego a un recipiente de combustible y las llamas se propagaron con celeridad a las mercancías y a las prendas de vestir expuestas en el local. Según otras versiones, se produjo una explosión.

El incendio se declaró en el primer piso del edificio, que tenía dos plantas, y cuyas ventanas estaban todas ellas protegidas con gruesas rejas. Además, la puerta de emergencia era metálica y estaba cerrada. Estas circunstancias convirtieron el edificio en una ratonera y resultaron fatales para muchas de las personas que se encontraban dentro, a primera hora de la tarde, ya que dificultaron la fuga y retrasaron las tareas de salvamento.

El canal de televisión NTV mostró cómo los bomberos, trabajando contrarreloj, trataban de cortar las rejas con gruesas tenazas metálicas mientras el edificio se consumía, envuelto en humo. Una testigo relató como el dueño de un vehículo todoterreno ayudó a arrancar las rejas atándolas a su coche. Otra explicó que las ambulancias habían llegado tarde y sin medios de ayuda.

En la calle, podía verse a jóvenes desvanecidos a los que se les practicaba la respiración artificial. Varios de los muertos son niños y no hay que descartar nuevas víctimas entre los heridos, cinco de los cuales se encontraban en estado grave. El techo del establecimiento se hundió a consecuencia del fuego.

Ujtá es un centro industrial de cerca de 100.000 habitantes, dedicado sobre todo a la industria petrolera.

Cada año mueren en Rusia cerca de 20.000 personas a consecuencia de incendios. Ayer, los hubo tanto en Moscú (en un edificio de viviendas de artistas del teatro Bolshói), como en San Petersburgo, donde una persona resultó herida al arder una fábrica. Durante el fin de semana, un popular café literario en el centro de la capital rusa también fue pasto de las llamas.