Hayden triunfa a 'la americana'
El estadounidense gana su primera carrera y devuelve a Honda a la senda del triunfo
América fue una vez más para los americanos. Laguna Seca reunió durante el fin de semana a un grupo elegido de ex pilotos, mitos vivientes. Ahí estaban Eddie Lawson, Wayne Rainey, Kenny Roberts o Kevin Schwantz, seducidos por el estrecho y vertiginoso trazado californiano, dispuestos a contemplar las motos más evolucionadas, 11 años después de la última visita del Campeonato del Mundo a Estados Unidos. Uno detrás de otro, americanos en América, coincidieron en apuntar a Nicky Hayden como el único favorito al triunfo. Nadie dudaba del triunfo de su compatriota, pese a que Schwantz proclamó, como quien no quiere la cosa: "hay un piloto italiano que lleva el número 46 que no lo hace mal del todo", una referencia inequívococa del ex campeón del mundo en 1993 hacia el rey actual, Valentino Rossi. Y no se equivocaron.
Hayden alcanzó ayer su primera victoria en el Campeonato del Mundo de Motociclismo y, obviamente, se mostró exultante por un éxito que desde el inicio ya coreaban los casi 60.000 aficionados congregados en el circuito: "Había ganado antes aquí, en Superbikes, pero no es lo mismo ni mucho menos". Hayden, por lo demás, colocó por vez primera en el trazado californiano una Honda en lo más alto del podio y proporcionó al equipo oficial, el que cuenta inicialmente con la mejor moto del paddock, una victoria que no se producía desde el año 2003, cuando Rossi se impuso con la Honda RC 211 V en la última carrera de la temporada celebrada en Valencia.
El de Hayden es también el primer triunfo de un piloto estadounidense desde que Kenny Roberts consiguiera subirse a lo más alto del cajón en el circuito de Motegi el año 2000, el año en que se proclamó campeón del mundo antes de que comenzara su vertiginosa caída.
No hubo piloto que no se pronunciara sobre un circuito que sólo conocían propiamente los estadounidenses. Alguno como el brasileño Alex Barros estaba encantado por volver a subirse a la moto en Laguna Seca. Otros como Marco Melandri se quejaban, y mucho, de la poca seguridad del trazado de Monterrey, pese a los dos millones de dólares que se han invertido en su modificación. Y ambos corrieron la misma suerte. Al cuarto giro, el italiano arrolló al brasileño, que, posteriormente, le fue a pedir explicaciones al box. La pista fue tan selectiva que decidió pronto los tres pilotos que coparían el podio de la carrera. No había dudas sobre el triunfo de Hayden. La incógnita estaba en saber quién le acompañaría en el cajón. Llegada la vuelta 16, Colin Edwards culminó una excelente remontada adelantando a su compañero de equipo, Valentino Rossi, y no hubo más que decir, pese a que Il dottore cruzó finalmente la meta cerca del tejano mientras Sete Gibernau, con muchos problemas en su Honda, acababa quinto.
Edwards, conocido como el "Tornado de Tejas", ninguneó las leyes de la gravedad y, en la entrada del famoso sacacorchos -así se conoce a la montaña rusa del circuito-, coló la rueda delantera de su M1 a la de su jefe de filas y le pasó como una exhalación. Edwards, viendo al hexacampeón del mundo por detrás, fijó el punto de mira en el colín de la Honda RC 211 V. Hayden, sin embargo, resultó inalcanzable, no sólo por su calidad sino también por el perfecto conocimiento que tenía del trazado por las carreras celebradas en Laguna Seca en el campeonato estadounidense de la AMA. Agresivo como pocos, el piloto de Kentucky, había repetido a lo largo de la semana previa al gran premio que la carrera en su casa tenía que suponer un punto de inflexión. El estadounidense no miró atrás en ningún momento, se despreocupó de sus rivales, ajeno a los problemas que tenía la mayoría, presas del vértigo por los baches y los cambios de rasante. A lo largo de los dos años y medio que lleva compitiendo en MotoGP, Hayden ha despertado mucha controversia entre quienes no veían, en el joven de 23 años, un piloto dotado de la destreza suficiente para llevar el buque insignia de la marca del ala dorada.
El piloto estadounidense salió de su país en 2003 para adentrarse en la aventura del Campeonato del Mundo. Ayer, en su casa, Hayden se reivindicó. Era consciente de que era el favorito en su carrera 38 en MotoGP. Lo demostró a lo largo de todo el fin de semana cuando logró el mejor tiempo en los entrenamientos libres del viernes y consiguió la pole position el sábado con un giro estratosférico. Hayden anunció entonces que si era el único piloto capaz de rodar en un minuto y 22 segundos nadie le discutiría su triunfo en la carrera. Y así fue. Muy americano.
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