El núcleo de la prosa
José Saramago es un escritor que ha tocado todos los géneros: el teatro, la narrativa, la literatura de viajes, el artículo, el diario, la crónica política, y la poesía. Pero salvo el teatro, que ha simultaneado con el ejercicio de la novela, el resto han sido practicados y abandonados sucesivamente. No es el caso de la poesía que, además de los tres títulos específicos que se reúnen en esta su Poesía completa, ha pasado a formar parte del lenguaje característico de sus novelas. Como el propio autor confiesa: "En el fondo yo no he dejado de ser poeta, pero un poeta que se expresa a través de la prosa y probablemente es posible que yo sea hoy más y mejor poeta que lo que pude ser cuando escribía poesía".
POESÍA COMPLETA
José Saramago
Traducción de Ángel
Campos Pámpano
Alfaguara. Madrid, 2005
637 páginas. 21,90 euros
En todos sus libros de poe-
sía se anticipa el núcleo temático de su trabajo narrativo. Si ponemos en relación su obra poética y novelística, concluiremos que el proceso estructural y temático de ambos géneros es el mismo, que el hilo ideológico y la motivación cultural común que les une es manifiesta y clara. De igual modo, la deriva de su escritura hacia la prosa también es evidente en el desarrollo de su poesía: Los poemas posibles (1966) es un libro formalmente más tradicional y centrado en la reflexión del lenguaje sobre diversos temas existenciales; Probablemente alegría (1970) cambia hacia una poesía más compleja, abierta y narrativa, más telúrica y onírica desde la misma variedad temática anterior, aunque más extremo; para finalmente, con el orwelliano El año de 1993 (1975), el mejor de ellos, alcanzar la forma del poema en prosa y una estructura esencialmente narrativa, determinada por una construcción versicular de influencia bíblica.
Es éste un libro de cierre de un proceso de transición, pues cuenta ya una historia, entre la realidad y la fantasía, que pide un campo más propio de expresión y de sintaxis que va a ser la novela. En conjunto, la obra poética de Saramago, con algunos poemas bellos pero lastrados por sus circunstancias, crea un universo cuya unidad nace de su diversidad y capacidad reflexiva sobre la existencia, configurando así una especie de contabilidad, un debe y un haber vital traspuesto en poesía. Su mundo literario está aquí, y como dice ese poema que cierra el libro a modo de epílogo, es una escritura que "Asiste y quiere. / Su mirada aguda ya era una pregunta / A la primera palabra que decimos: / Todo".
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