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GREC 2005

Joan Manuel Serrat recuerda a las víctimas de Londres en su primer concierto en el Grec

A pesar de la inestabilidad meteorológica, el teatre Grec de Montjuïc se abarrotó para recibir a Joan Manuel Serrat en su primer concierto barcelonés tras su enfermedad. Y fue, no podía ser de otra manera, un recibimiento a lo grande: dos minutos de ovación cerrada con todo el público (entre el que se encontraban el alcalde de Barcelona y otros miembros del consistorio) puesto en pie. Serrat, con camisa blanca y guitarra en mano, respondió con extrema seriedad hablando en su nombre y en el de todos los trabajadores del festival Grec para condenar el atentado terrorista de ayer en Londres, dedicar el concierto a las víctimas y sus familiares, y explicar por qué no se había suspendido el espectáculo: "Conciertos como éste son también una demostración de libertad y democracia, y son estos valores los que queremos defender ante los que intentan imponernos la dictadura del terror", dijo.

Tras un minuto de silencio, Serrat y su pianista, Ricard Miralles, comenzaron invocando a la luna y ya, en el segundo tema, dejaron clara su intención de compartir un puñado de recuerdos recuperando Mediterráneo. Después siguieron otros temas igualmente entrañables para el público, como És quan dormo que hi veig clar, Estos locos bajitos y Señora. Fue un concierto íntimo, intenso y cercano, con temas de todas sus épocas reducidos a lo esencial para un reecuentro emotivo y apoteósico.

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