El PSE anuncia que dialogará con Ibarretxe con condiciones
El Partido Socialista de Euskadi (PSE) atenderá al diálogo que le ofrecerá el lehendakari Ibarretxe, tras las vacaciones de verano, con la pretensión de llegar a acuerdos en materia de pacificación, reforma del Estatuto de Gernika e incluso sobre los Presupuestos, si bien impondrá como condición un "cambio en la orientación" del Gobierno vasco. Ese fue el resumen que hizo el secretario general del PSE, Patxi López, de la reunión que mantuvieron en Madrid miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE -José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba y Alfonso Perales- con representantes del socialismo vasco -Patxi López, Rodolfo Ares, Miguel Ángel Buen y Javier Rojo-.
Ambas ejecutivas, que han mantenido algunas diferencias sobre la estrategia a seguir en las conversaciones previas a la investidura de Ibarretxe, coincidieron ayer en responder al diálogo que propondrá Ibarretxe en septiembre con la pretensión de "superar los bloques de enfrentamiento y abrir una nueva etapa de diálogo y acuerdo entre todos, que es lo que pidieron los ciudadanos en las elecciones de abril".
Patxi López precisó las condiciones que pondrá a Ibarretxe en ese diálogo: "El PSE no apoyará nada que signifique satisfacer al nacionalismo más radical o poner en pista planes similares al de Ibarretxe". El secretario general del PSE se refería a que no aceptará la presencia de Batasuna en una mesa de partidos hasta que no condene el terrorismo o se disuelva ETA, ni tolerará la imposición de un plan soberanista por el lehendakari.
López reiteró que los socialistas no han mantenido ningún tipo de contacto con Batasuna y acusó a Ibarretxe, que señaló en una entrevista el pasado domingo que esos contactos existen, de "enredar y enturbiar las cosas". Interpretó que Ibarretxe "quería lavarse la cara en alguna cosa o asomar la pata".
Petición de discreción
Después de haber asegurado en los últimos días el PSE ha mantenido conversaciones con Batasuna, Ibarretxe pidió ayer "discreción" y hasta "complicidad", a través de la portavoz de su Gobierno, Miren Azkarate. "El Gobierno no quiere alimentar el debate mediático. No solucionaremos los problemas si hablamos continuamente a través de los medios de comunicación sobre con quién hablamos o dejamos de hablar cada uno", dijo Azkarate. La portavoz negó que su petición sea contradictoria con el comportamiento de Ibarretxe en los últimos días.
Azkarate rehuyó alimentar la polémica, ante las sucesivas preguntas sobre la utilidad de las declaraciones de Ibarretxe, y tampoco quiso juzgar qué consecuencias tendría que cada partido difunda las relaciones bilaterales de los otros. La portavoz dijo que el lehendakari hizo públicos los supuestos contactos de socialistas y Batasuna "al hilo de las preguntas" que se le plantearon en varias entrevistas y en respuesta a las "acusaciones" que él y su Gobierno han recibido "en los últimos meses", que no especificó.
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