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La depuradora de L'Albufera permitirá tratar y usar para riego hasta 12 hectómetros cúbicos

La infraestructura se declaró de interés general hace 12 años y las obras comenzaron en 1998

Sara Velert

La depuradora de Albufera Sur tratará las aguas residuales de Alginet, Sollana, Almussafes y Benifaió y sus industrias, y permitirá, con una obra adicional que se licitará en 2006, la reutilización para riego de hasta 12 hectómetros cúbicos anuales. La infraestructura se declaró de interés general hace 12 años, pero las obras no comenzaron hasta 1998 y se han dilatado hasta ayer, cuando la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, la dio por inaugurada. La depuración de las aguas residuales del entorno de L'Albufera reducirá considerablemente la contaminación del lago y asegura nuevos aportes de calidad.

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Narbona se congratuló de que 10 años después del acuerdo firmado por el Gobierno y la Generalitat, entonces en manos socialistas, para la construcción de la depuradora -una inversión de 29 millones de euros a cargo de la Administración central- "pueda ir a L'Albufera agua en las condiciones exigidas por la Unión Europea" y de que en el futuro se aproveche para el regadío. La ministra visitó las instalaciones acompañada por el consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco; el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, entre otros, y destacó que la recuperación del ecosistema de L'Albufera "es una de las preocupaciones del Gobierno".

La depuradora trata las aguas residuales de una población equivalente a 199.000 habitantes -la carga contaminante calculada sobre los 38.000 vecinos de cuatro poblaciones y sus industrias-, con una capacidad de 34.100 metros cúbicos diarios. Además de la estación depuradora, las obras han incluido la red de colectores con Alginet, Almussafes, Benifaió y Sollana. El presidente de la CHJ explicó durante la visita que la instalación vertirá unos 9 hectómetros cúbicos anuales a la acequia del Azarbe y el agua llegará a L'Albufera a través de los arrozales con una disminución considerable de la contaminación, ya que estos recursos llegaban hasta ahora al lago sin tratamiento. El proyecto de reutilización del máximo de 12 hectómetros cúbicos anuales para los que está diseñada la depuradora permitirá mejorar la calidad de estos aportes a L'Albufera y la reutilización para el riego de unas 3.000 hectáreas. Para el aporte directo en el lago del parque natural será necesario reducir los nutrientes del agua depurada. La inversión de este proyecto adicional es de cinco millones de euros y la ejecutará la sociedad estatal Acuamed.

La construcción de esta depuradora, al igual que otras estaciones que afectan a los recursos de L'Albufera, ha sufrido un importante retraso. Según explican fuentes de la CHJ, las obras previstas en el convenio firmado durante la etapa socialista no comenzaron hasta 1998 y han sufrido varias modificaciones. La obra estuvo parada entre 1999 y finales de 2003 para resolver problemas de conexión y bombeo con los colectores de las poblaciones. Además, la apertura del polígono de proveedores de Ford en Almussafes obligó a más cambios y adaptaciones del diseño.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, dio la bienvenida a nuevos aportes de calidad para L'Albufera -el Ayuntamiento es dueño del lago-, a pesar de los retrasos. Barberá dijo que reivindicó la infraestructura y la conexión de las poblaciones a la red de saneamiento en varias ocasiones a partir de 1997, y reprochó a los socialistas que no aceleraran el proyecto en los años anteriores. Barberá añadió que L'Albufera "no está en la mejor condición, ya que está un poco baja de agua", por lo que reiteró su petición de mayores recursos a la Confederación del Júcar.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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