_
_
_
_
Reportaje:FÓRMULA 1 | Gran Premio de Francia

Meteórico Alonso

El español abruma y logra su quinto triunfo del año, por delante de Raikkonen y Schumacher, los únicos a los que no dobló

Robert Álvarez

La fantástica exhibición de poderío de Fernando Alonso ayer en Magny-Cours fue de las que dejan huella, de las que impactan, de las que delimitan el territorio de los campeones. Salió el primero, se fue como un tiro y monopolizó de tal forma la carrera que sólo dos pilotos evitaron que les doblara, que les sacara una vuelta completa. Sólo dos evitaron ese mal trago, ese instante tan demoledor en que el líder te llega por detrás, los comisarios levantan la bandera azul y, como es preceptivo cuando ruedas manifiestamente más lento, estás obligado a hacerte a un lado para que pase un líder que te lleva un mundo. Los únicos que se libraron de la quema fueron Kimi Raikkonen y Michael Schumacher, los dos únicos también que todavía aspiran a discutirle algo en un Mundial que ya ha pasado su ecuador.

Prost, el último ganador con Renault en Francia, en 1983, entregó el trofeo al asturiano
Más información
'Napoleón' Alonso
La superación de Alonso
"Coger la calculadora sería un suicidio"

Cinco triunfos en diez carreras, siete podios, 24 puntos más que el segundo clasificado en el Mundial. Ese es el balance del asturiano, que hasta finales de mes no cumple los 24 años. Pero en la carrera de ayer, además, reafirmó con una rotundidad aplastante su meteórico ascenso al primer puesto de los pilotos de todo el mundo, exhibiendo además unas condiciones inmejorables para la conducción, una inteligencia a la hora de elegir la estrategia y una compenetración indispensable con su equipo para la puesta a punto de un Renault cada vez más competitivo y fiable. Que concluyera la prueba pisándole casi los talones a Schumacher, a punto de doblarle, no es sino un guiño de los nuevos tiempos que marcan la pujanza de Alonso, capaz de hacer tambalear al doble mito viviente: Schumi y los Ferrari.

La carrera estuvo determinada por las posiciones en la parrilla de salida. Alonso había conquistado la pole positon e hizo valer con creces esa ventaja. Metió la directa desde la arrancada y en un abrir y cerrar de ojos dejó a años luz a sus más inmediatos perseguidores en el inicio, Jarno Trulli y Schumacher. Raikkonen pagó muy cara la rotura del motor de su McLaren en los entrenamientos del viernes. Con nuevo motor y, por tanto, penalizado con diez posiciones, el finlandés se aferró a más no poder a sus posibilidades. Partió desde la 13ª posición y concluyó en el segundo puesto. Una auténtica gesta la suya. Y también una declaración de intenciones respecto a sus posibilidades de luchar con Alonso por el título.

Kimi no pudo resolver mejor el aprieto tras partir desde tan atrás. Ceder sólo dos puntos más respecto al español en tales condiciones fue una magnífica noticia. Raikkonen realizó una demostración de poderío y ambición. Rodó muy rápido a pesar de que salió cargado de gasolina, lo cual da mayor mérito al tercer puesto que logró en la clasificación del sábado. Con el depósito a rebosar pudo permitirse una estrategia de dos paradas frente a las tres de sus rivales, Renault y Ferrari. De todas formas, nunca estuvo en condiciones de luchar por el triunfo, aunque llegó a situarse a 13 segundos de Alonso.

Al margen de Alonso, por supuesto, Raikkonen fue de los pocos que efectuó adelantamientos al sobrepasar a Webber, a Ralf Schumacher y a Villeneuve. El resto de los puestos se decidieron en las estrategias de paradas en boxes de los equipos y también en los fallos puntuales de Sato, por ejemplo, o de Montoya, que clavó tantas veces los frenos que destrozó los neumáticos de su McLaren y se vio obligado a abandonar. Schumacher rebasó a Trulli en su primera parada y a Montoya, cuando el colombiano ya deambulaba con los neumáticos derretidos de tanta tralla como les había metido.

Barrichello no pudo seguir el ritmo de los mejores y Alonso le dobló pronto, al igual que a Sato, que se pasó de frenada varias veces, o los pilotos de Williams, que completaron una de las más calamitosas actuaciones que se les recuerdan. Alonso sólo necesitó 51 de las 70 vueltas de la carrera para doblar a todos excepto a Raikkonen, Schumacher y Fisichella. Este, al final, corrió la misma suerte que la mayoría porque, además de que estuvo lejos del nivel de su compañerode equipo, sufrió varios problemas, el más importante cuando, en su última parada en boxes, caló el motor. Concluyó sexto. Un mal menor para Renault que, en casa, ante los 80.000 espectadores entre los que predominaba el color azul, volvió a ver a uno de sus coches en lo más alto del podio. No sucedía algo semejante en un GP de Francia desde 1983, cuando Alain Prost venció en Paul Ricard. Ayer, Prost, cuatro veces campeón mundial, fue quien le entregó el trofeo a un Alonso exultante, que no paraba de alzar los cinco dedos de su mano derecha. Cinco victorias en diez carreras, crédito inestimable en su pugna por su primer título rubricado con su majestuosa cabalgada en Magny-Cours.

Alonso saluda desde el podio flanqueado por Raikkonen, a su derecha, y Schumacher.
Alonso saluda desde el podio flanqueado por Raikkonen, a su derecha, y Schumacher.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_