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Reportaje:

Una herencia enmarañada

25 años después de la muerte del poeta bilbaíno Juan Larrea, el destino de su archivo personal sigue bloqueado

El próximo día 9 se cumplen 25 años de la muerte en Argentina del poeta bilbaíno Juan Larrea, y su archivo personal -una colección de libros, documentos, obras de arte y correspondencia con otros escritores de la Generación del 27 y artistas de la época- sigue depósitado en un domicilio particular de Aranda de Duero (Burgos), inmovilizado por una enmarañada historia de sucesiones, traslados ilegales y querellas cruzadas, fuera del alcance de los investigadores. El retraso en las negociaciones entabladas con la Diputación de Vizcaya, que pretende depositar el legado en la Biblioteca Foral de Bilbao, ha provocado que uno de los herederos del escritor, su nieto Vicente Luy Larrea, haya vuelto a bloquear la adquisición. Luy Larrea, residente en Córdoba (Argentina), ha decidido dar por cerrados los contactos con la Diputación porque entiende que no existe "interés real" en la compra.

Uno de los herederos ha decidido no vender el legado a la Diputación de Vizcaya
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Libros, papeles y obras de arte

Luy Larrea es uno de los tres herederos de su abuelo poeta, aunque fue el único con quien tuvo relación directa. Los otros dos herederos de Larrea son su otro nieto, Jean Jacques Larrea, residente en Nueva York, y Mari Cruz Gimeno, una hija reconocida cuando ya era adulta, que vive en Madrid. Las difíciles relaciones entre ellos han acabado en querellas judiciales relacionadas con el legado del poeta.

El archivo fue valorado por técnicos de la Diputación y de la Residencia de Estudiantes de Madrid -también interesada en los documentos de Larrea para incrementar su valioso archivo de la Generación del 27-, en 480.000 euros. Los tres herederos aceptaron la tasación y decidieron emprender negociaciones para venderlo a la institución foral. Alcanzaron un acuerdo que pasaba por abandonar los pleitos en curso entre ellos, repartirse el dinero a partes iguales y nombrar un apoderado de la gestión del legado, que garantizase un tratamiento digno de los materiales. La persona propuesta fue el profesor de la Universidad de Deusto Juan Manuel Díaz de Guereñu, especialista en la obra literaria de Larrea.

El desmarque de Luy Larrea, anunciado a través de una "carta abierta" enviada a los medios de comunicación que habla de falta de claridad y dilaciones injustificadas por parte de la Diputación, ha creado una situación rocambolesca. Su abogada, la letrada madrileña Carmen Suárez, actuaba como interlocutora de los tres herederos ante la Diputación. Luy Larrea rompió las negociaciones sin contar con ella ni revocar el poder que anteriormente le había concedido para representarle. Mientras, Mari Cruz Gimeno dice a través de su abogado, Alfredo Nieto, que la ruptura de negociaciones ha sido una sorpresa y que apoyan a Carmen Suárez, quien ha realizado la interlocución "con acierto". Nieto cree que la situación es recuperable, "si la Diputación de Vizcaya expresa su intención de rematar el asunto en un plazo breve". Y para el director de Cultura, de la Diputación, Ricardo Bilbao, la abogada sigue siendo la única interlocutora conjunta de los herederos que reconoce.

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La Diputación no muestra tener prisa. La diputada de Cultura, Belén Greaves, explicó ante las Juntas Generales en marzo que, antes de adquir el legado, deben disiparse las diferencias entre herederos y las dudas sobre la legalidad de su salida de Argentina. La negociación está en manos de Ricardo Bilbao, que no concede importancia al desmarque de Luy Larrea. En medio de semejante maraña, Bilbao asegura que "la negociación va bien" y que la situación se resolverá "en breve".

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