"Los presidentes de la derecha han buscado siempre la foto fácil con los sindicatos"

Rafael Recuenco (Mohorte, Cuenca, 1951) acaba de ser reelegido secretario general de la UGT-PV con un salvoconducto del 92,36% de votos. Veterano y curtido, acaba de cerrar un congreso marcado por la normalidad tras años de división.

Pregunta. Lleva 17 años al frente del sindicato y le acaban de dar carta blanca para cuatro más. ¿Cree que 20 años no es nada como dice la canción?

Respuesta. Depende de cómo se encuentre uno. Hago mía la canción porque es preciosa y hace referencia en mi caso a la actividad que venimos desarrollando. Veinte años no son nada.

P. Ha visto pasar a cuatro presidentes de la Generalitat. ¿Qué cambios de forma y fondo detecta?

R. En las formas, hay un cambio fundamental. El presidente Lerma creía en el movimiento sindical y lo hacía partícipe. Recuerdo que vino el Rey un día a Valencia y Lerma nos invitó a los sindicatos a comer con el monarca. Es un gesto de agradecer que el presidente del Consell ponga al movimiento sindical y a las organizaciones empresariales a un nivel que creo que es lo que un gobierno progresista y de izquierdas debe tener. Sin embargo, los presidentes de la derecha han estado buscando siempre la foto fácil con el movimiento sindical.

"El presidente me dijo que hará lo indecible por impulsar el acuerdo del diálogo social"

"Cuando deje de ser secretario general, tengo interés en participar [en política]"

P. ¿Qué espera de la revisión del Pavace?

R. Tengo dos sentimientos: la situación en la que estamos y la que me gustaría. El diálogo social ha salido fortalecido como resolución política del congreso, lo que me obliga a hacer lo indecible por buscar el acuerdo. Vamos a trabajar para el acuerdo. Ahora, ¿cómo está? Muy complicado.

P. Parece escéptico

R. Estoy escéptico por lo que hemos vivido, pero esperanzado tras escuchar al presidente [Camps] en el congreso de UGT-PV y tras la conversación que tuve cuando le despedí. Me dijo que va a hacer lo indecible para impulsar el acuerdo del diálogo social. Voy a darle margen de confianza. Para mí el tiempo son los presupuestos.

P. ¿Cree que hay un pulso entre Gerardo Camps y Justo Nieto?

R. El Consell no ha sido capaz de proyectar bien la acción de gobierno. El interlocutor es Gerardo Camps, en su día lo dijo el presidente y no me consta que lo haya desautorizado, pero todo parece indicar que el presidente da cobertura al consejero galáctico, por tanto...

P. ¿Cómo se resolverá el tema?

R. En el marco del diálogo social, que es el Pavace. Si el diálogo social se rompe y no fructifica en algún acuerdo, el Consell sale muy mal parado. El Consell necesita reorientar esta situación.

P. Esgrime que fueron los primeros en alertar de la crisis industrial. ¿cómo ve el tejido en 10 años?

R. No quiero competir sobre si fuimos primeros o cuartos. Lo importante es que lo que dijimos se ha producido. En los sectores manufactureros no nos espera un futuro halagüeño. Pero si el Consell hace del diálogo social un instrumento válido, si se hace política industrial, si el Gobierno profundiza en sus políticas industriales, nos puede situar en buena situación algunos sectores emergentes y paliar dificultades de los tradicionales.

P. ¿Cree que se debería hacer un esfuerzo para mejorar las relaciones entre Madrid y Valencia?

R. El Consell comete una torpeza fuerte si basa su acción de gobierno en la confrontación con Madrid, porque puede dar resultados electorales pero incluso éstos son negativos para toda la sociedad.

P. Todo no será culpa del Consell.

R. No, pero yo estoy en la Comunidad Valenciana. He visto con preocupación cuando el Consell se ha plantado en Madrid para pedirle al ministro de Industria no sé cuántas cosas. Eso lo hace alguien que tiene muchas dificultades internas y ha de poner cortinas de humo o que no ha pillado el pulso de la realidad política. Si el Consell necesita que alguien le ayude en la financiación de sus proyectos, tenemos que ir todos de la mano.

P. Puede marcar tres prioridades para los próximos años

R. Tenemos la obligación de seguir trabajando por y para el diálogo social, en unidad de acción con CC OO y seguir los problemas de la comunidad y los trabajadores. También todo lo relacionado con servicios públicos.

P. ¿Le gustaría volver a ser sindicato mayoritario en cuatro años?

R. Si sindicato mayoritario es tener mayor afiliación, más delegados y llegar más a los centros, sí. Si es ganar las elecciones sindicales a CC OO, me es indiferente.

P. Le da igual ser el segundo si puede ser el primero

R. Me da igual ser segundo si son tres o cuatro delegados. Me importa que el sindicalismo de clase (CC OO y UGT) tiene más del 80% de la representación.

P. Hace años dijo que volvería a la militancia política activa al dejar la secretaría general. ¿Piensa igual?

R. Sin duda. En mi barrio están los contenedores llenos de basura y la alcaldesa no se preocupa mucho. Cuando deje de ser secretario general, si estos problemas siguen o similares, tengo interés en participar. No me veo al margen de. Otra cosa es en qué punto de la fila. Ahí no tengo interés, aunque muy detrás de la fila no suelo estar nunca.

P. ¿Prepara, ha preparado o piensa prepar su sucesión?

R. Ni preparo ni pienso prepararla porque no creo en ella. Creo en los cambios democráticos que se tienen que producir en todas las organizaciones, también en UGT.