Una red distribuía pastillas de 'éxtasis' en zonas de ocio de la región
La policía decomisa 18.500 comprimidos en un bar de Alcorcón
La policía ha desarticulado un grupo que se encargaba de distribuir éxtasis en tres presentaciones diferentes: en pastillas, en líquido y en cristal. La droga, que provenía de Holanda, iba a ser distribuida por las zonas de ocio y bares de copas de la región aprovechando las fiestas nocturnas que estaban ya previstas. Un bar del centro de Alcorcón era el centro de operaciones de esta red.
Los agentes se han incautado de 18.500 comprimidos de éxtasis, que tenían acuñado el logotipo de una conocida marca de ropa (Armani), una corona o, por primera vez, una mano abierta. Además, en el bar había 10 gramos de éxtasis cristalizado (con una pureza del 100% y un alto poder alucinógeno), medio litro de butirolactona, una sustancia precursora en el organismo del GHB (ácido gamma-hidroxi-butírico) o éxtasis líquido, medio kilo de hachís y 2.500 euros.
Las investigaciones del Grupo III (dedicado a drogas sintéticas) de la Brigada Central de Estupefacientes comenzaron a raíz de los controles en zonas de ocio juvenil de la Comunidad de Madrid, en especial en Alcorcón, Leganés y Parla.
Estas pesquisas llevaron hasta el bar Marbella, en la calle de las Vegas, de Alcorcón. Era regentado por Abdelaziz el Abdellaoui, de 40 años. Éste se dedicaba a introducir el éxtasis en España a través de la compraventa de coches de segunda mano procedentes de Holanda. Los huecos de los paragolpes y los de las ventanillas en las puertas son los utilizados para camuflar el estupefaciente. "Como se mueven por países del territorio Schengen [área europea de libre tránsito de personas y mercancías], no pasaban ninguna frontera", señalaron fuentes policiales.
Las pastillas eran compradas en el país de origen a un precio unitario de 30 céntimos. Después eran vendidos a los distribuidores al precio de un euro por unidad, siempre que adquirieran más de 1.000. Las ventas siempre se hacían en fiestas anunciadas por los bares de copas o discotecas en las que actúan importantes pinchadiscos, lo que atrae a gran cantidad de público, según fuentes de la investigación.
Ésta es la primera incautación de droga de pastillas de color blanco con el logotipo de una mano abierta. Estas sustancias, que están de moda entre los consumidores y son las más demandadas, habrían alcanzado un precio de 180.000 euros en el mercado ilegal. También es la primera operación de control de venta de droga en lugares de moda y de ocio nocturno, de acuerdo con la instrucción cursada por la Secretaría de Estado de la Seguridad.
Entre los detenidos están otras seis personas, vecinos de Madrid y de Las Rozas, que eran los encargados de distribuir las pastillas entre otros camellos a menor escala. El consumidor final suele pagar un precio de seis euros por comprimido. Está pendiente se ser arrestado Álvaro Manuel R. F., un vecino de Las Rozas.
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