Las Cortes aprueban el Estatut del futuro

Las Cortes Valencianas aprobaron ayer con los votos de populares y socialistas la reforma del Estatut, coincidiendo con el 23º aniversario de la aprobación del texto actual. La reforma estatutaria, que se registrará el lunes en el Congreso de los Diputados para su próxima ratificación, contó con 81 votos a favor (PP y PSPV) y 5 en contra (Esquerra Unida-L'Entesa). El pleno eligió al portavoz popular Serafín Castellano y al también portavoz y secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, para defender la reforma en Madrid. Camps evitó el protagonismo en una sesión en la que Eduardo Zaplana volvió a ser el gran ausente.

Ayer la mayoría del hemiciclo se vistió de fiesta para la ocasión. El guión pactado entre el PP y el PSPV se cumplió a rajatabla y cumplieron con el acuerdo abriendo espacios propios en las réplicas para ofrecer sus propias interpretaciones en los artículos más polémicos del Estatut, como la unidad de la lengua o los avances en materia de financiación. Los populares, además, demostraron seguir a rajatabla la disciplina de partido pese a las discrepancias que la reforma ha generado entre campistas y zaplanistas. Sólo la ausencia del propio Zaplana y otros cargos, en especial de la provincia de Alicante, dejó entrever que se mantienen las diferencias en una jornada tachada de histórica y en la que Camps cedió el protagonismo a su portavoz parlamentario, Serafín Castellano. El PP valoró el alcance y la moderación de una reforma que, asegura, reforzará la estabilidad institucional y política.

Pla destacó que con la aprobación de la proposición de ley se abre una nueva etapa de más autogobierno en la que los valencianos "por fin" cuentan "con un Estatut de primera". Pla resaltó además el valor del diálogo y el consenso como modelo de hacer política e insistió en que el texto aprobado ayer permite superar las "guerras" y los "déficit del pasado" que impidieron a los valencianos dotarse de mayor autogobierno.

Por su parte, Joan Ribó, portavoz de EU-L'Entesa, que llevó el peso del debate al defender íntegramente todas sus enmiendas, se mostró convencido de que "este país" se merece un Estatut "mejor al aprobado" y lamentó que la reforma se hubiese realizado "deprisa y corriendo" y "cogiendo el teléfono móvil y preguntando a Madrid hasta dónde se podía ir".

La aprobación del Estatut motivó la protesta de un grupo de jóvenes independentistas frente al Parlamento, uno de los cuales fue detenido.