Las virtuales viviendas sociales del plan Rabassa generan largas colas en Alicante ante la oficina del promotor

El programa urbanístico más ambicioso de la historia de Alicante -15.000 viviendas (el 60% de protección oficial) en las lagunas de Rabassa- no es ajeno a la cotidianidad de la ciudad. A la polémica generada por su adjudicación provisional al promotor local Enrique Ortiz le sigue ahora el interés de los vecinos, jóvenes especialmente, por el matiz social del programa: el parque de 8.000 viviendas sociales que incluye la iniciativa.

Pese a que el plan no ha sido todavía aprobado definitivamente, el promotor abrió ayer una oficina, en el céntrica calle Altamira, para informar del programa de viviendas sociales y formalizar una primera preinscripción de aspirantes a las virtuales viviendas. La iniciativa del empresario contó con la respuesta de decenas de vecinos que, desde primeras horas de la mañana y hasta las 15.00, soportaron largas colas para apuntarse en el primer listado de aspirantes. "Yo no sé si el plan es bueno o malo, pero viviendas sociales no hay muchas, y hay que aprovechar la oportunidad", comentó un hombre que acudió a la oficina en representación de su hijo. "Dicen que son 8.000 viviendas, luego, como pasa siempre, serán 2.000 y se las darán a quienes ellos quieran", añadió otra mujer. Según una nota oficial de la promotora, durante la primera jornada de apertura de la oficina al público se tramitaron un total de 943 solicitudes.

Por otro lado, varios colectivos cívicos de Alicante han iniciado una campaña de envíos particulares de cartas y correos electrónicos al Gabinete de la presidencia del Gobierno en los que muestran su "preocupación e inquietud" por esta "gigantesca operación urbanística". Centenares de modelos de cartas de protesta se están remitiendo por correo electrónico que muestran el apoyo del PP y de los ediles socialistas a esta iniciativa urbanística.