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Reportaje:

Los gays asaltan la ficción

Los personajes homosexuales se abren paso en las series de producción nacional

Antes de que un Gobierno bendijera por ley el matrimonio entre personas del mismo sexo y equiparara su unión a la de las parejas heterosexuales, numerosas series de televisión se poblaron de personajes gays. Y a la ficción nacional nadie le puede quitar un mérito: su contribución a normalizar un colectivo al que, a falta de cifras oficiales, puede pertenecer entre el 6% y el 8% de la población española.

Esta noche termina en Antena 3 la tercera temporada de Aquí no hay quien viva, comedia de Miramón Mendi con un gay, Mauri (Luis Merlo), en su reparto principal. El año pasado, su personaje intentaba adoptar un niño junto a Bea (Eva Isanta), su compañera de piso. Pero la trama no fue entendida como una provocación, algo que sí ha pasado cuando Mauri intentó la acogida de un menor junto a su pareja, Fernando, en el capítulo del 15 de junio, en vísperas de la manifestación del Foro Español de la Familia contra la inminente legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Alberto Caballero, creador de ANHQV, replica que "las series son un reflejo de la sociedad" y entiende que los enredos de los guiones no entienden de sexo, que los problemas que resuelve Mauri son los mismos que afectan al resto del reparto. Para uno de los guionistas, Daniel Deorador, tanto los que critican la serie como los que la elogian "se olvidan de que su única labor es entretener".

ANHQV tiene, sobre todo, el respaldo mayoritario de la audiencia: esta temporada, una media de 6.909.000 espectadores y un 37% de cuota de pantalla.

Prosaico fue el reconocimiento del lesbianismo de Diana (Anabel Alonso), uno de los personajes principales de 7 vidas (Tele 5). "Nunca pensamos en 'Ponga un gay en su serie", confiesa David Sánchez, coproductor ejecutivo, "ni tuvimos el afán de provocar". El personaje, heterosexual en origen, "no daba juego" y una serie de desengaños con los hombres llevaron a Diana a refugiarse en los brazos de otras mujeres. El nuevo perfil, con sus conflictos, acabó por convertirla en puntal indispensable de la comedia de Globomedia.

Los responsables de Hospital Central (Tele 5) dudaron mucho antes de que Esther (Fátima Baeza) cambiara de orientación sexual. "Nos daba un poco de miedo", reconoce Alberto Grondona, guionista de HC, caer en grandes dramas. El coordinador, Jorge Díaz, lo resolvió: lo importante era contar su historia de amor con Maca (Patricia Vico) con las mismas claves empleadas para abordar una relación heterosexual.

En 1998, TVE-1 estrenaba Tío Willy, protagonizada por Andrés Pajares. Se convertía en la primera telecomedia abiertamente homosexual en horario de máxima audiencia. El actor, en su momento, reconoció que el resultado final había sido "más light de lo que hubiera deseado". "El objetivo es mostrar la figura de los homosexuales con normalidad". Poco a poco se fueron incorporando más gays. La serie de Lina Morgan Academia de baile Gloria (TVE-1) tenía en su nómina a un profesor de baile español, y Asier Etxeandia interpretaba en Un paso adelante (Antena 3) a un desinhibido estudiante gay que por las noches se transformaba en drag queen. Alejo Sauras también bordaba su papel de homosexual en la ficción diaria Al salir de clase (Tele 5). Hasta el mismísimo Agustín González, en Ni contigo ni sin ti (TVE), abandonaba su eterno papel de cascarrabias para encarnar a un mayodormo gay.

Luis Merlo (Mauri) y Eva Isanta (Bea), en una escena de la serie de Antena 3 <i>Aquí no hay quien viva. </i>
Luis Merlo (Mauri) y Eva Isanta (Bea), en una escena de la serie de Antena 3 Aquí no hay quien viva.

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