Ferrero deja hasta el último aliento
El español pierde en octavos de final ante Federer tras dar lo mejor de sí mismo
"¿Pero qué he hecho mal?", debía estarse preguntando Ferrero al salir de la pista central de Wimbledon donde ayer perdió contra el número uno del mundo, Roger Federer, por 6-3, 6-4, 7-6 (8-6), en dos horas y 14 minutos. Tenía motivos para estar desorientado. ¿Cómo era posible que se fuera como perdedor, cuando había dado lo mejor de sí mismo en una superficie que no es la suya? Su problema realmente fue otro: tenía delante al mejor jugador del mundo.
Eso fue básicamente lo que le impidió al de Ontinyent alcanzar un récord que habría entrado en todos los libros de historia del tenis español: ser el primero en disputar los cuartos de final de los cuatro torneos del Grand Slam. Ferrero ha ganado ya en Roland Garros, ha sido semifinalista en el Open de Australia y llegó a la final del Open de Estados Unidos. Se le resiste Wimbledon, donde no ha podido pasar de los octavos. Lo mismo les ocurrió a Manuel Santana en Australia, a Andrés Gimeno en Nueva York y a Manuel Orantes en Melbourne. Y a todos los demás, en Wimbledon.
Sin embargo, Ferrero parecía estar cerca de lograrlo. En su partido de la tercera ronda había alcanzado un nivel de juego que hubiera permitido vislumbrar el futuro con optimismo frente a cualquier jugador que no hubiera sido... Federer. Ayer, el valenciano, de 25 años, volvió a desplegar el mejor juego del que es capaz en la hierba. Sacó bien, restó muy bien, fue valiente en las jugadas, tomó todos los riesgos con sus golpes de fondo. Hizo todo lo que sabe hacer. Y eso no es poco, tratándose de un ex número uno del mundo. Y sin embargo, todo eso no le sirvió de nada.
Federer fue trazando su camino, sin una sonrisa, sin una expresión, sin parecer sentir nada especial por cada punto que ganaba. Pero, contrariamente a lo que aparentaba, estaba tan metido en el partido que resultaba muy difícil sorprenderle alguna vez. Todo pareció transcurrir de forma inexorable hacia un final que ya había sido anunciado. Y, realmente, todo se decidió en escasísimos puntos. Los pocos que concedió Ferrero con su saque en cada manga: una bola de break en la primera; dos en la segunda; y otras tres en la tercera. Federer concedió sólo tres -con 5-3 en la manga inicial, con 4-3 y con 6-5 en la tercera- y sólo cedió el ultimo, lo que le valió a Ferrero para forzar el desempate.
"Creo que en la tercera manga es donde mejor he jugado', explicó Ferrero. "Al principio me costó acostumbrarme a la pista porque estaba muy rascada. Pero al final acabé sintiéndome muy bien, muy a gusto y disfruntando del partido y de mi juego. Quería ganar el desempate para darme una oportunidad y seguir luchando. En aquel momento no veía que las diferencias entre nosotros fuesen tan grandes. Y él sabía que si me daba una opción la iba a coger".
Aunque el partido se jugaba en hierba, lo cierto es que al nivel que jugó ayer, Ferrero habría tenido muchas opciones ante todos los aspirantes que siguen vivos en el cuadro masculino: Roddick, Hewitt o incluso Feliciano López. Le tocó el peor, el único que parece imbatible en hierba, el que lleva 33 victorias consecutivas sobre este elemento, en las que ha perdido sólo ocho mangas de 92. Demasiado. para cualquiera. Incluso para Ferrero que nunca se rindió, luchó hasta el último punto y siguió creyendo en la victoria hasta el segundo match-ball.
Nada que reprocharle al valenciano. Al contrario. Ayer en Wimbledon perdió otro partido, como le había ocurrido en la tercera ronda de Roland Garros frente a Marat Safin, pero constató que su recuperación es un hecho. Volverá a estar entre los grandes, porque su 31º lugar del ranking es absolutamente engañoso. "Me voy con la sensación de estar jugando a mi mejor nivel.", concluyó Ferrero. "En los próximos diez torneos no defiendo nada. Puedo subir mucho en la clasificación". Sin embargo, en Wimbledon quien estará en los cuartos de final será Federer, el campeón de los últimos dos años, que se enfrentará al chileno Fernando González, a quien ha ganado en sus cuatro duelos precedentes.
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