Medio Ambiente declara de interés nacional el paraje Pinya de Rosa, en Blanes

Tras 10 años de trámites, la zona de Pinya de Rosa, en Blanes (Selva) fue declarada ayer paraje natural de interés nacional. La decisión se toma, según el director de Medio Natural, Ramon Luque, porque se trata del último reducto sin urbanizar entre Blanes y Lloret, con altos valores paisajísticos y para protegerlo de la fuerte presión urbanística que padece, en general, la Costa Brava.

La protección afecta a una zona de Blanes y otra, con una extensión de 10,49 hectáreas, situada en Lloret de Mar. La extensión de toda la zona protegida es de 84,14 hectáreas en tierra más otras 16,91 hectáreas marinas.

En esta zona habita el cuervo marino y hay una vegetación típica del litoral mediterráneo con abundancia de alcornoques, pino blanco y pino piñonero.

El área ahora protegida incluye la ermita de Santa Cristina y los jardines Pinya de Rosa, además de las zonas denominadas Mar y Murtra y Santa Clotilde. Afecta también a algunas urbanizaciones crecidas en el entorno del paraje.

La protección decidida es de las más potentes posibles en la legislación catalana. Sólo tiene un mayor grado el Parque Nacional de Aigüestortes, en el Pirineo. A partir de ahora, en la zona protegida, quedará totalmente prohibida la construcción de viviendas.

La decisión de culminar un largo proceso, iniciado en 1995, para declarar zona de especial protección el área de Pinya Rosa se debe, según Ramon Luque, a que el Gobierno catalán deseaba dar respuesta a las peticiones populares en este sentido. "Queremos soluciones para este asunto con rapidez", dijo Luque, porque la voluntad del legislador es dejar las cosas claras respecto a este paraje y a la necesidad de preservarlo".

El próximo paso será sacar a exposición pública durante dos meses la medida para que quien lo desee pueda presentar alegaciones. Luego, del Consell Executiu aprobará el proyecto.