Zumo de ópera
La ópera "serioridicola per musica" de Francesco Conti Don Quijote en Sierra Morena, estrenada en Viena para el Carnaval de 1719, es el foco de atención este verano de dos festivales de música antigua, los de Beaune, en la Borgoña francesa, e Innsbruck, en el Tirol austriaco. René Jacobs se ha puesto al frente de una operación que cuenta con la complicidad de la Akademie für Alte Musik de Berlín y, en la versión escenificada de Innsbruck, del director teatral Stephen Lawless.
Hace tres años, esta ópera, inspirada en episodios comprendidos entre los capítulos XXIII y XLVII de la primera parte de Don Quijote, fue uno de los ejes de la programación de música barroca en Salamanca con motivo de su capitalidad cultural europea, en un trabajo donde colaboró la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca. Entonces se hizo una versión en concierto dirigida por Wieland Kuijken con la Orquesta Barroca de la Universidad sobre una edición y revisión de la partitura a cargo de Bernardo García-Bernalt. Fue una versión, en cualquier caso, reducida.
Don Quijote en Sierra Morena
De Francesco Bartolomeo Conti. En versión incompleta de concierto. Con Joan Cabero, José Antonio Carril y Virginia Prieto. Orquesta Barroca del Arte Músico. Director: Ángel Sampedro. I Festival Internacional de las Artes de Castilla y León. Palacio de Congresos. Salamanca, 24 de junio.
Ángel Sampedro, concertino en 2002 de esta ópera en Salamanca, retoma ahora aquella aventura como director de la orquesta barroca del Arte Músico, y lo hace con criterios aún más reduccionistas. Se eliminan de orgánico instrumental los instrumentos de viento y se limita de nueve a tres el número de personajes. Queda así, más que una ópera un zumo de la misma, reivindicando los fragmentos más populares o pegadizos, un poco al estilo de lo que se hace en el festival irlandés de Wexford con algunos títulos.
Lo seleccionado sonó con empaque y buen gusto en las voces de Joan Cabero, Virginia Prieto y José Antonio Carril, estos dos últimos participantes también en la experiencia de 2002, y contó con el apoyo de la ligereza y ductilidad en la orquesta de cuerda. El espectáculo duró más o menos hora y media, y dejó buen sabor de boca. En cualquier caso, se debía haber matizado en la publicidad que se trataba de una selección, para evitar equívocos.
Babelia
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