El PGOU ha sufrido un centenar de modificaciones, según el PSPV
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1988 ha permitido "completar la trama urbana, crear barrios más modernos y con altos índices dotacionales, revitalizando simultáneamente los barrios contiguos, mejorar el sistema general de comunicaciones que vertebra la ciudad mediante la ejecución de la ronda, y crear grandes parques", ha destacado la alcaldesa, Rita Barberá. La ejecución del PGOU, sin embargo, se ha visto salpicada de desencuentros con la oposición municipal.
Los socialistas cifran en un centenar las modificaciones realizadas en el PGOU y consideran que han perjudicado a la ciudad y le han restado dotaciones y equipamientos. El gobierno del PP ha abordado dos reclasificaciones de suelo de huerta, para construir el complejo de Sociópolis en la pedanía de La Torre, y abrir espacio a la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Valencia, que supuso la desaparición de 70 hectáreas.
En los sectores urbanizables desarrollados o pendientes de ejecución, el equipo de gobierno ha aumentado considerablemente el total de viviendas a construir, con escasa presencia de los pisos protegidos, critica el PSPV. La edificabilidad se ha incrementado, además, con medidas como la construcción de plantas para comercios y otros fines bajo rasante, un suelo que no computa. También en el caso del futuro Parque Central, la previsión de edificabilidad supera claramente a la establecida en el PGOU.
En el suelo urbano una parte de las recalificaciones aprobadas ha implicado pérdida de suelo escolar y equipamientos, como en el caso de solares de servicio público que ocuparán varias iglesias; el jardín público que se ha eliminado en favor de la ampliación del Sporting Club de Tenis; la reserva deportiva eliminada para construir el nuevo hospital de La Fe; o los terrenos permutados para reducir las dimensiones del hotel previsto en la parcela de Jesuitas. Las recalificaciones puntuales también han alcanzado a espacios emblemáticos, como el balneario de las Arenas y La Lanera, convertidos en hoteles de lujo, o la creación de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Los socialistas reprochan al PP, que rechaza todas las críticas, haber "dejado en manos de los agentes urbanizadores" la planificación del diseño de los nuevos barrios, lo que ha acarreado numerosas modificaciones.
A la listas de actuaciones controvertidas se suman el plan de El Cabanyal, que el PGOU dejó pendiente de definición y la conversión de la antigua cárcel Modelo de servicio público sociocultural a centro administrativo de la Generalitat. La polémica ha acompañado también al pacto del Ayuntamiento con el Valencia CF para recalificar la parcela de Mestalla, que logra una edificabilidad de 89.000 metros cuadrados, o el convenio del complejo de Tabacalera, que a juicio del portavoz socialista, Rafael Rubio, beneficia a las empresas propietarias, a las que permite levantar viviendas en suelo hasta ahora industrial, y que el PP considera muy favorable a los intereses de la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.