En manos de Oswaldo
Ser el relevo de Jorge Campos, del portero mexicano más laureado, es complicado. Pero Oswaldo Sánchez (México D.F, 1973) siempre lo llevó bien. Confiaba en sí mismo. Ahora en la Copa Confederaciones está demostrando el porqué de su convicción.
Desde el minuto 12 del primer partido, desde que el delantero Atsushi Yanagisawa marcara, México no ha encajado gol alguno. El meta, que ya ha ganado en dos ocasiones la distinción de ser el Anheuser Busch (mejor jugador) del partido, ha jugado desde siempre en la Liga mexicana: en el Atlas, el América y, ahora, en el Chivas del Guadalajara. Hoy defenderá las redes ante Argentina, el equipo comandado por Juan Román Riquelme, también figura del campeonato. México, por tanto, se remite a Oswaldo.
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