El Bellas Artes despliega toda su colección de obras de Jacques Lipchitz
El Museo de Bellas Artes de Bilbao presenta desde ayer una exposición con la totalidad de obras del escultor Jacques Lipchitz (Druskieniki, Lituania, 1891-Capri, Italia, 1973) que posee en su colección. Suman 18 piezas: un bronce, cuatro yesos, una terracota y 12 grabados.
Junto a la escultura en bronce Figura sentada (1915), perteneciente al periodo en el que el artista se encontraba plenamente comprometido con los postulados del cubismo, pieza adquirida por el museo tras la exposición que dedicó al autor en 2003, se pueden ver los grabados donados entonces por la fundación que gestiona su legado. Poco después, el Bellas Artes recibió otra donación de la fundación, compuesta por cuatro versiones en yeso y una terracota, realizadas entre 1922 y 1970, también presentes en la muestra.
Lipchitz dispuso en sus últimas voluntades que las versiones en escayola o terracota de sus esculturas, consideradas un estado fundamental de sus piezas, no pudieran salir al mercado ni ser utilizadas para realizar más copias en bronce de las que él mismo realizó o autorizó en vida. Su destino debía ser la donación a instituciones que justificasen su interés. Además del Museo de Bellas Artes de Bilbao, han sido beneficiadas con donaciones de estas piezas de Lipchitz el Museo Nacional de Arte Moderno de París, la Tate Modern de Londres, el Museo Reina Sofía de Madrid o el IVAM valenciano.
La exposición, abierta al público en la sala de arte contemporáneo hasta el 25 de septiembre, es una muestra de "gratitud", señala la dirección del museo, "a quienes han hecho posible que la obra de Lipchitz esté tan notablemente representada" en su colección.
