"Los demás debieron salir e ir despacio", dice el director de Ferrari
A los mandos de un Ferrari, el alemán Michael Shumacher ganó el domingo pasado el Gran Premio de Estados Unidos, en Indianápolis y quizás el más extraño de la historia del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Sólo el germano, sus dos compañeros en el podio -el brasileño Rubens Barrichello, también de Ferreiro, y el portugués Tiago Monteiro, de Jordan- y otros tres pilotos tomaron parte en la prueba: los restantes, 14, los que conducían los bólidos calzados con ruedas de la marca Michelin, se negaron a tomar la salida al temer por su seguridad.
"Si le hubiera pasado a Ferrari, no sé qué se habría comentado. Seguramente, habría sido lo siguiente: 'Peor para vosotros: no salir o ir lentos'. Lo acontecido en Indianápolis no me parece el primer caso de neumáticos al límite o pasado éste", se defendió ayer Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari. "Esto vale para todos", añadió.
Sólo Ferrari, Jaguar y Minardi, las únicas escuderías que utilizan neumáticos de la marca Bridgestone, corrieron en Indianápolis, ante las protestas, los abucheos y los silbidos del público, que abandonó mayoritariamente el circuito antes de que terminara la prueba. "El público debió ser informado", dijo Di Montezemolo; "pero he oído cosas fuera de lugar sobre una cuestión que está clara, que se sabía desde el inicio".
Con la Cámara de Comercio de Padua como escenario, el presidente de Ferrari defendió la decisión de correr casi en solitario: "No se podía cambiar el circuito dos horas antes del inicio de la prueba. Es como si en un partido de fútbol se decidiese en la mañana que se disputa cambiar las porterías, hacerlas más grandes o más pequeñas o jugar sólo a mitad del campo porque uno de los dos equipos tiene problemas". Y ofreció una solución: "[Los demás debían haber decidido] salir, ir despacio o pararse, como hizo muchas veces Ferrari. Todo debería haber acabado ahí".
El apoyo de Williams
De Montezemolo también se refirió a la importancia que tienen los neumáticos en el Mundial de fórmula 1. "Éste es un Mundial en el que los neumáticos tienen un papel excesivo y ayer había quien estaba en dificultad, como lo estuvimos nosotros en otras carreras. Ya dijimos que éste es un Campeonato del Mundo-neumáticos", explicó.
"El reglamento había sido realizado bajo presión un poco de parte de todos para intentar limitar el gran dominio de Ferrari. Es el tercer cambio de reglamentación en tres años", apuntó en referencia a las malas relaciones que se supone tiene su escudería con el resto.
Di Montezemlo, sin embargo, no fue el único que defendió ayer a su escudería. "Ferrari no tenía motivo alguno para no correr en Indianápolis", argumentó Frank Williams, patrón de la marca de su nombre. "Son completamente inocentes de lo que allí sucedió", sentenció.
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