Seis meses sin Instituto del Deporte

La práctica del deporte por los ciudadanos es, desde hace seis meses, una competencia más de las juntas municipales de distrito de Madrid, que a primeros de año asumieron la gestión de las infraestructuras deportivas de su ámbito. La idea era aproximar estas instituciones a los madrileños y dejar a la Dirección General del Deporte (DGD), que depende de la vicealcaldía y tiene un presupuesto de 5,9 millones de euros, la planificación y la promoción deportiva.

En Madrid hay 59 polideportivos, que suponen 2,2 millones de metros cuadrados de infraestructuras. En principio, la idea de descentralizar su gestión no disgustaba a los grupos de la oposición municipal, PSOE e IU. Pero ahora ambos acusan al equipo de gobierno de haberlo hecho precipitadamente y, sobre todo, de que muchas de las competencias del extinto Instituto Municipal del Deporte (IMD) han quedado en tierra de nadie, a pesar de que buena parte de su papel corresponde a la actual DGD. Sin embargo, desde este organismo rebaten que el traspaso de competencias haya supuesto cambios en la gestión de los polideportivos. "No se ha notado nada", afirma un portavoz.

"Han faltado protocolos de gestión de los procesos, que ofrecieran un modelo de dirección en cada polideportivo y que igualara los servicios mínimos que debe ofrecer cada uno", rebate el concejal de IU, Julio Misiego. También, el edil socialista Miguel Conejero opina que el proceso ha tenido defectos, pues ahora "las actividades deportivas dependen del interés que tenga cada concejal de distrito" en ponerlas en marcha, lo que provoca desigualdad entre los barrios.

La misma idea la comparte la sección municipal del sindicato CC OO que sostiene que "el cambio en la forma de gestión se ha realizado con una planificación prácticamente nula en casi todos sus aspectos organizativos" y entiende que los polideportivos han sido "incrustados" en cada junta.

El sindicato señala también algunos riesgos que amenazan al servicio deportivo, como la eventualidad de los empleados heredados del IMD, lo que les hace sospechar que a la larga se pretenda contratar al sector privado algunos trabajos. También apuntan que en muchas ocasiones existe "la necesidad de dar una respuesta rápida a problemas que se suscitan en el funcionamiento diario de los polideportivos". Según CC OO, el Ayuntamiento debería adaptar sus procesos de gestión para aportar esa rapidez de respuesta. Pero lo que más preocupa al sindicato es el modelo de gestión. Antes de asumir los polideportivos, las juntas ya gestionaban las denominadas instalaciones elementales, al aire libre. En muchos distritos, estas pistas están en manos de la gestión privada, en algunos casos de asociaciones de vecinos. "Existe un elevado riesgo de que se aplique este modelo a las instalaciones ahora recibidas", aseguran en CC OO.

"Es fundamental blindar el deporte, para que se gestione desde el espacio público, que es la única forma de obtener una rentabilidad social enorme", agrega Misiego.

Preguntado sobre la posibilidad de que se generalice el modelo, el vicealcalde, Manuel Cobo, aseguró que el Ayuntamiento tiene una "buena experiencia con las asociaciones de vecinos" que gestionan equipamientos elementales. "En muchos casos merece la pena que sean las asociaciones las que gestionen, por su implantación en los barrios, pero no tiene que ser en el 100% de los casos", agregó.