El deporte de base, abandonado en Madrid
Usuarios de polideportivos municipales lamentan la escasa promoción del deporte de base
Canastas rotas, restos del botellón del día anterior en las pistas, árbitros mal pagados que están deseando que no se celebre el partido, encuentros suspendidos por la lluvia porque el estado del suelo impide el juego... Éste es el panorama que describe Gorka Magallón, uno de los 13.440 jugadores de baloncesto que el año pasado participaron en esta modalidad de juegos municipales de la capital, según las cifras de la Dirección General del Deporte (DGD), que organiza este torneo para aficionados en diversas modalidades deportivas.
Tras 12 años jugando al baloncesto con su equipo, Los Cinco Latinos, formado por un grupo de amigos que ahora rondan los 30 años, Magallón describe con la palabra "cutre" el panorama del deporte de base en una capital que se dice preparada para celebrar los Juegos Olímpicos de 2012. Una reflexión que suscriben otros deportistas contactados para este reportaje, así como trabajadores de los polideportivos municipales. Si continúan practicando, es porque tienen mucha ilusión, no por la promoción del deporte de base."Jugando al baloncesto me olvido de todo", afirma Magallón. Este año -la temporada de baloncesto va de octubre a marzo- el equipo compitió en el distrito de Tetuán, pero el año pasado lo hacía en Salamanca, en La Chopera, que tiraron abajo y estuvo en obras. Su antigua cancha está hoy cubierta por pistas de tenis y pádel. Además de este desinterés del Consistorio por el baloncesto, los integrantes del equipo han notado un gran aumento de los precios.
"Todo se hace siempre con la gente. No por ganar dinero", dice un portavoz de Deportes
Si antes un equipo pagaba por cada jugador inscrito, presentando un mínimo de ocho; en la temporada 2004-2005 el mínimo es de 20 jugadores. "Eso son cuatro equipos de baloncesto", agrega Magallón. "Es una lógica mercantil, cuando se supone que hay que promocionar el deporte".
Desde la DGD explican que este año se ha sustituido el pago por cada jugador por una cantidad por equipo. "A la larga sale a mitad de precio", asegura un portavoz, que explica que la intención de esta modificación era dar la posibilidad de que el equipo se renueve lo máximo posible.
"Es una subida de precios encubierta", replica un directivo encargado de la promoción del deporte en uno de los 59 polideportivos gestionados por las Juntas de Distrito. Como todos los empleados de infraestructuras deportivas municipales entrevistados para este reportaje, prefiere mantener su nombre en el anonimato, por miedo a represalias.
"Es verdad que cobran la inscripción por equipo, pero a la hora de cuantificarla, han calculado el número máximo de jugadores, como si todos los equipos tuvieran 20. Eso es irreal, porque la media está en 10", añade el responsable de promoción. Y pone un ejemplo: si antes un equipo de 10 jugadores pagaba 90 euros (nueve por ficha), ahora pagan 180.
"A la franja de edades entre 14 y 18 años, este cambio les ha supuesto un engorro económico alto y se está notando una bajada en la participación", continúa el directivo, que explica que los niños de menos edad participan a través de los colegios y no sufren tanto la subida de tarifas. Los mayores de 18 están más desahogados.
Este periódico ha recibido en los últimos meses numerosas quejas de madrileños por el encarecimiento de las tarifas municipales en todo tipo de deportes, aunque las piscinas se llevaban la palma. "El estado de la piscina es lamentable y no es de recibo que encima sea más cara", denuncia Patricia, usuaria de la piscina del Mercado de La Cebada, en Centro, una de las infraestructuras más obsoletas, como reconoce la propia DGD.
La oposición en el Ayuntamiento (IU y PSOE) ya denunció en 2004 que los precios del deporte habían subido por encima del índice de precios al consumo (IPC). Pero este año es muy difícil comparar si ha habido cambios, porque la DGD ha modificado los abonos. "Todo se hace siempre con la gente. No se hacen las cosas para ganar dinero", razona su portavoz, que explica que ha habido un cambio de concepto, que permite combinar modalidades deportivas y aumentar los servicios.
"Hay muy poco apoyo al deporte de base. Habría que dedicarle más esfuerzos económicos y humanos, porque es donde está la cantera deportiva", afirma Félix Palomo, presidente de la Agrupación Deportiva Madrid-Sur, una asociación de vecinos que gestiona una instalación deportiva a cielo abierto de la Junta Municipal de Vallecas, a cambio del pago de un canon de unos 4.200 euros anuales.
En ella han puesto en marcha una escuela de tenis, con 600 alumnos, y otra de fútbol, con 400. No reciben subvención alguna, pero si se estropea una pista, tienen que arreglarla con su dinero. Y eso que el pliego de condiciones les obliga a que sus precios estén por debajo de los que marca el Instituto Municipal de Deportes (IMD), cuyas competencias pertenecen hoy a la DGD. "No saben valorar la labor social que hacemos, pues amortiguamos una serie de problemas de los barrios, porque los chicos que están aquí no están en la droga o el alcohol", agrega Palomo.
"La calidad de la enseñanza deportiva depende del profesor", asegura por su parte una profesora de natación, que lleva año y medio en un polideportivo madrileño. "No tienes un jefe que diga qué debes hacer. Influye mucho si estás quemado, si te gustan los niños o no, si te motiva el trabajo...", explica. También destaca que, al menos en su centro, cada profesor debe ocuparse de grupos de 25 niños en los niveles intermedios, lo que hace imposible que puedan enseñar bien a todos. Y se plantea si la solución sería poner más maestros.
El problema es que, desde que las juntas municipales han recibido la competencia sobre las infraestructuras deportivas de sus distritos, se ha perdido el papel coordinador del IMD, según subraya el director de un polideportivo, lo que también revierte en la política del deporte municipal. "Otro problema es que unos procesos se han descentralizado, pero otros se han centralizado más", explica. Y pone como ejemplos: "Antes desde aquí decidíamos qué personas estaban en el equipo, los objetivos, como abordar el trabajo... Ahora nos hemos diluido en la inmensidad del Ayuntamiento".
Según él, es más difícil solucionar problemas que antes eran simples, como sustituir a un profesor enfermo o solicitar el cloro para tratar el agua de la piscina. Además, apunta, "al no existir un protocolo de actuación para todas las juntas, no hay un mínimo asegurado de comportamiento".
El equipo de gobierno del Ayuntamiento es consciente de que la situación es mejorable, pero asegura que se parte de una muy buena situación. "Nuestra intención es ampliar la oferta y mejorar la calidad de las infraestructuras existentes", explicó el vicealcalde, Manuel Cobo, quien sostiene que Madrid puede presumir de ser una de las ciudades que cuenta con más infraestructuras deportivas.
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