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Tribuna:Inversión | CONSULTORIO
Tribuna
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Responsabilidad social

Durante los tres últimos años hemos asistido a una eclosión de regulaciones, fundamentalmente desde las autoridades de los mercados de valores, sobre nueva normativa que tiene como fin restaurar la credibilidad del gobierno corporativo de las sociedades mercantiles. En paralelo, muchas de éstas han ido descubriendo que el ser socialmente responsable es, además de vigilado por los reguladores, rentable en términos de imagen y reputación. De ahí los esfuerzos por demostrar públicamente que se es sensible a las demandas y necesidades sociales, y ello sin menoscabar el objetivo empresarial de mayores cotas de rentabilidad, eficiencia y competitividad.

Bien, pues más allá de esa fiebre desatada en los últimos años, existe en España un colectivo empresarial en el que ambos parámetros, rentabilidad y responsabilidad social, se vienen conjugando complementaria y crecientemente desde hace años y, desde luego, sin haber sacado el jugo suficiente en términos de exhibición pública de ello.

Las cajas de ahorro han dedicado, sólo en el último año, casi 1.200 millones de euros a actividades sociales

Nos estamos refiriendo al sector de cajas de ahorro, cuya rentabilidad y eficiencia no ha dejado de mejorar, a la par que ha continuado ganando cuota de mercado de forma ininterrumpida durante la última década, y cuya dedicación a la responsabilidad social se pone de manifiesto en esa importante actividad que es la Obra Social. La ausencia de accionistas en las cajas otorga a la Obra Social un cierto carácter de dividendo social, tanto más cuanto que la dotación a la misma se vincula habitualmente al beneficio neto. Ello ha permitido que, sólo en el último año, se hayan dedicado casi 1.200 millones de euros, es decir casi un 29% del beneficio agregado del sector, a actividades sociales.

Si, como el gobernador del Banco de España reconocía, la mejor manera de garantizar que dicha aportación crezca, o al menos se mantenga, es gestionar las cajas con criterios de eficiencia, no es menos cierto que la sociedad, como cliente de servicios financieros, debería ser sensible al retorno social que las cajas producen.

Ángel Berges y Gloria Hervás son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

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