El PP pone límites a las reformas de estatutos porque ve un "serio riesgo" para la convivencia

El Comité Ejecutivo Nacional del PP aprobará el lunes un decálogo con los límites de ese partido para las reformas de los estatutos. El decálogo, que fue calificado como "conjunto de obviedades" por el PSOE, rechaza que ningún nuevo estatuto pueda dar la consideración de "nación" a ninguna comunidad autónoma. El PP argumenta en su decálogo que el modelo de convivencia que surgió de la Constitución de 1978 "corre un serio riesgo de desmoronarse".

"Tras 25 años de ejemplar convivencia constitucional, que ha convertido España en uno de los Estados más descentralizados del mundo, observamos con honda preocupación cómo nuestro modelo de convivencia corre un serio riesgo de desmoronarse". A partir de esta proclama, los portavoces del PP de los parlamentos autonómicos y su portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso, Federico Trillo, se reunieron ayer con la secretaria de Política Autonómica y Local, Soraya Sáenz de Santamaría, para preparar un decálogo con los límites de las reformas estatutarias, que aprobará el lunes el Comité Ejecutivo Nacional.

Tras la reunión, Sáenz de Santamaría afirmó que "los nacionalismos radicales, con la connivencia del presidente del Gobierno, desean modificar radicalmente y por la puerta de atrás la Constitución". Como ejemplo de ese cambio "por la puerta de atrás", destacó que "el Gobierno está dispuesto a aceptar que España deje de ser una nación para que lo sean alguna de las comunidades autónomas que la integran". Esta definición de nación española resume, según el PP, "una realidad histórica de más de 500 años" y "un concepto jurídico y constitucional contenido en el artículo 2 de la Constitución". Para el PP, si alguna autonomía, como Cataluña, llegara a definirse como nación, ése "será el primer paso" para poner fin al "modelo de convivencia" forjado en 1978. El motivo que aduce el PP es que "no hay naciones sin Estado, sino naciones que aspiran a serlo". Por eso, mantiene, si Cataluña u otras autonomías llegan a ser una nación, "estaremos ante un paso inexorable para que en un futuro no muy lejano alguna de esas pretendidas naciones reivindiquen ser Estados independientes".

Sólo para mejorar

Tras su rechazo a que ninguna autonomía pueda ser una nación, Sáenz de Santamaría aseguró que el PP se compromete a respaldar "sólo aquellas reformas estatutarias encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos y su bienestar, y no a calmar ansias de poder político permanentemente insatisfechas", debido a que ahora "están animadas por los nacionalistas, como ERC, el PSC o el BNG".

El responsable de Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, calificó el decálogo del PP de un "conjunto de obviedades". Perales glosó parte de ese decálogo para definir las coincidencias, que son mayoría. No mencionó el debate abierto en Cataluña, sin cerrar, sobre que esa comunidad es una nación. Pero, a su juicio, este decálogo se enmarca en "las dos Españas" que el PP quiere construir. "Una es irreal; la de que España se rompe, o que la familia se desmorona o que ha cambiado la lucha antiterrorista; España tiene los problemas de una sociedad moderna, pero no los que dice el PP", opinó.