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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

La venganza de Burke

El Madrid gana el primer partido de la final de la Liga ACB con una gran actuación de su pívot

Dicen que la venganza se sirve fría, y si corre a cargo de un tipo de apariencia gélida como Burke, esta frase adquiere su significado más literal. Con muy poco que decir en principio, Burke, ex jugador del Tau y no muy querido en Vitoria a tenor de los pitos escuchados, surgió de la cueva donde sus problemas físicos y limitada capacidad de protagonismo le habían colocado y explotó en el momento más oportuno para el Real Madrid. En una segunda parte prodigiosa por parte de su quinto pívot en la rotación, los madridistas pudieron apuntarse su primera victoria y dar un salto cualitativo enorme en sus posibilidades de título. El partido de Burke hizo aún más evidente el gran fracaso de la noche, que no fue otro que el de Scola, intrascendente durante todo el partido.

TAU CERÁMICA 82 - REAL MADRID 84

Tau: Scola (8), Prigioni (6), Macijauskas (29), Vidal (6), David (11) -cinco inicial-, Calderón (10), Hansen (0), Arzallus (0), Splitter (6), Gabini (0) y Betts (6).

Real Madrid: Sonko (4), Reyes (13), Gélabale (0), Hervelle (8), Bullock (23) -cinco inicial-, Fotsis (0), Herreros (0), Bueno (2), Larrañaga (0), Hamilton (11) y Burke (23).

Árbitros: Ramos, Maza y Perea.

9.323 espectadores en el Fernando Buesa Arena.

1º CUARTO: 29-21

2º CUARTO: 16-18

3º CUARTO: 24-21

4º CUARTO: 13-24

Hasta que el ciclón Burke se personó en el Buesa Arena, el partido perteneció a Macijauskas. Tardó diez segundos en meter su primer triple, y su producción fue tan constante como imparable. Hay una cosa en el alero del Tau que le hace difícilmente defendible, y no es otra que su agotadora actividad. Cuando su equipo ataca, Mache va de un lado a otro de la zona ofensiva, busca todos los bloqueos que haga falta, se va a la esquina y si no recibe, vuelta a empezar. Este movimiento continuo resulta demoledor para sus defensores. Así naufragó Sonko, invisible en casi todo el partido. Peor le fue a Bullock, del que Macijauskas se aprovechó cuando Sonko entró en problemas de faltas personales para poner tierra por medio (29-21). Con su mejor anotador en estado de gracia, el Tau mantuvo el control del partido durante todo el primer tiempo. No logró romper el debate, pues casi todos los problemas que sufría el Madrid en su juego exterior tenían solución en las zonas cercanas a canasta. No es lugar donde los madridistas atesoran su mayor talento, pero los Reyes, Hervelle, Burke y compañía lo suplen sobradamente con su fuerza física y una intensidad en el esfuerzo digna de elogio. Gracias a ello consiguieron equilibrar la balanza a base de segundas opciones y una constante carga del rebote ofensivo.

El tercer cuarto comenzó con las mismas constantes hasta que apareció Burke. El pívot irlandés del Madrid jugó el mejor partido que se le recuerda. Tiros de corta y larga distancia, rebotes ofensivos, movimientos de espaldas a canasta y hasta un robo de balón que el mismo llevó botando la pelota por todo el campo hasta terminar en un mate engrandecieron su figura hasta extremos insospechados. En un partido siempre existe la posibilidad que alguien se salte el guión, pero lo que hizo el irlandes fue ponerlo patas arriba. Burke mantuvo al Madrid durante sus peores momentos y cuando Bullock volvió a irrumpir ruidosamente en el partido en el ecuador del último cuarto, los blancos colocaron un parcial de 0-14 con el que tomaron no sólo la delantera numérica -73-76, tres minutos por jugar- sino que dejó al Tau en estado catatónico del que un cansado Macijauskas, la única opción que buscaron, no pudo sacar.

Bullock cerró la contienda con dos tiros libres que hicieron justicia a un equipo que estuvo mucho más cerca de su potencial que su rival. Cero a uno para el Madrid y Burke de figura. Ver para creer.

Macijauskas sale trastabillado en una jugada entre Gelabale y Burke, antes de que llegue Bullock.
Macijauskas sale trastabillado en una jugada entre Gelabale y Burke, antes de que llegue Bullock.L. RICO

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