Peaje a la carta vía satélite
Reino Unido quiere que los conductores paguen según horario y recorrido
El Gobierno británico ha lanzado un gran debate para introducir un peaje a la carta vía satélite que afectaría a todos los automóviles del país a partir de 2015. Con el objetivo de descongestionar las carreteras, el ministro de Transportes, Alistair Darling, quiere que todos los coches estén controlados vía satélite y paguen un peaje que tendrá en cuenta la distancia recorrida, el lugar por el que han transitado y el horario. El peaje oscilaría entre el equivalente a 3 céntimos de euro por kilómetro en las zonas menos congestionadas en hora valle, y 2 euros por kilómetro en las zonas más congestionadas en hora punta.
Aunque al detallar sus propuestas esta semana el ministro no ha hecho alusión a ello, sus primeros comentarios sugerían que el Gobierno reduciría drásticamente el impuesto sobre la gasolina para transmitir la idea de que el proyecto no intenta aumentar las recaudaciones fiscales, sino penalizar a los automovilistas que más utilizan el coche, con el añadido de introducir también dos factores de discriminación: la hora y el lugar en que lo usan.
Los coches deberían pagar tres céntimos por kilómetro en hora valle y dos euros en horario punta
Todo eso no es un sueño: es una operación logística de envergadura nacional que ya es posible tecnológicamente mediante satélites que pueden controlar los movimientos de millones de automóviles. De hecho hay ya una compañía británica de seguros que ha puesto en marcha un producto para conductores jóvenes con incrementos en las primas si conducen de noche y descuentos cuando conducen de día.
Existe también un precedente relativamente similar que se está aplicando de manera experimental en Alemania. Desde el pasado 1 de enero, los camiones han de pagar un peaje específico por el desgaste que producen en las carreteras alemanas. Los camiones de más de 12 toneladas han de pagar un peaje de entre 9 y 14 céntimos de euro por kilómetro, dependiendo de su peso. La distancia que recorren se mide también a través de una señal emitida desde el camión al satélite. La diferencia es que en el sistema alemán no se distingue a qué hora ni qué carreteras son las utilizadas.
El Gobierno laborista considera esencial que el proyecto obtenga el consenso del resto de partidos políticos y también el respaldo de la población, y se ha fijado el objetivo de que pueda aplicarse en todo el país en 2015 o 2016. "El objetivo es conseguir que tanto la gente como las mercancías se puedan mover de manera eficiente y cumplir al mismo tiempo nuestros objetivos medioambientales", enfatizó el ministro Darling. "Ningún otro país en el mundo ha hecho algo como esto".
El proyecto quiere descongestionar las calles y carreteras de uno de los países más densamente poblados de la Unión Europea y que sufre un problema de congestión crónica en horas punta. Darling subraya que los estudios en que se ha basado su ministerio "señalan que el proyecto a escala nacional tiene el potencial de reducir la congestión urbana casi a la mitad". "Y el estudio muestra que eso se puede conseguir de manera que la mitad de los conductores paguen menos de lo que pagarían a través de los impuestos sobre el combustible y sólo una pequeña proporción pagaría las cargas más altas".
Pero el proyecto suscita menos entusiasmo entre los defensores de los derechos civiles porque todo el sistema se basa en controlar los movimientos de los automovilistas. "Sé que una de las áreas de mayor preocupación del proyecto es la privacidad", ha admitido Darling. "Tenemos que conseguir que el sistema respete la privacidad y sea justo".
Antes de concluir que el mejor sistema para reducir la congestión viaria es el peaje generalizado en función del lugar y la hora a la que se circula, el Gobierno ha estudiado otros sistemas. Uno de ellos era simplemente penalizar el uso de las carreteras más congestionadas, pero se encontraba con el problema de que la alternativa automática de los conductores sería buscar rutas que rodearan esos puntos calientes, con lo que acabarían recorriendo una distancia mayor y contaminando más.
Los automovilistas británicos han acogido la propuesta con cautela. "Los automovilistas juzgarán el sistema de acuerdo con la manera en que las afecte individualmente", opina AA Motoring Trust, una de las organizaciones con más implantación en el sector. "Algunos preferirán acomodar sus trayectos para pagar menos y otros preferirán pagar más para acortar la duración de sus trayectos en carreteras más fiables", señalan. "Pero ese sistema no puede ser contemplado como una solución aislada a los problemas del transporte. La congestión de nuestras carreteras es el resultado de una serie de factores complejos, desde el lugar de trabajo de la gente, dónde viven, la escuela de sus hijos y sus actividades sociales y de ocio, que han creado un entramado de viajes y pautas y muchos de los viajes son esenciales para la mayoría de la gente".
Tecnología similar
Norwich Union, una compañía aseguradora del grupo Aviva, utiliza una tecnología semejante a la que quiere poner en marcha el Gobierno. Desde el 1 de enero pasado, casi 1.500 conductores de entre 18 y 21 años se han acogido a un nuevo producto que fija la prima de su seguro de automóvil según la cantidad de horas que han conducido y el horario de esa conducción. Es lo que la compañía llama pay as you drive (paga tanto como conduces), que les impone tarifas muy altas si conducen entre las 23.00 y las 6.00 y mucho más reducidas si conducen de día. El mayor problema del sistema es que ahora sólo se puede aplicar al vehículo, de forma que tanto si conduce un joven como si el conductor es otra persona de más edad, la conducción nocturna es muy cara.
La compañía aún no tiene estudios sobre los hábitos de los jóvenes que se han acogido a esta modalidad de seguro, pero afirma que pueden acabar pagando un 30% menos que con un seguro convencional. Cada coche va equipado con una caja negra que usa GPS para grabar el recorrido del coche y esa información es transmitida a Norwich Union por telefonía móvil. Las primas se pagan mensualmente, según horas y distancia recorridas.
Los usuarios del sistema pagan un fijo, que sería como el tramo de seguro obligatorio a terceros, y una parte variable según el uso que hacen del automóvil. Al mes tienen unos 150 kilómetros de recorrido gratis si utilizan el vehículo entre las 6.00 y las 23.00.
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