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Interior financiará la ampliación de la Ertzaintza ante la "desidia" de Madrid

Balza critica el "incumplimiento" del acuerdo para dotar de más plazas a la policía vasca

El acuerdo político suscrito el pasado 20 de septiembre entre los máximos responsables de Interior de los gobiernos central y vasco para ampliar la Ertzaintza en 500 agentes lleva sin cumplirse desde entonces en su vertiente financiera. El Ministerio del Interior se comprometió entonces a pagar el 100% de la ampliación, pero pasados ocho meses no llega el dinero. "No es que tengamos diferencias de matiz en el cálculo, es que no existe financiación por parte del Gobierno" central, recalcó ayer el consejero de Interior en funciones, Javier Balza, después de la reunión semanal del Ejecutivo. Esta "burla" al Estatuto, junto a la política de "abandono, desidia y bloqueo del Gobierno de Zapatero", en palabras de Balza, han llevado al Ejecutivo vasco a adelantar parte de la financiación de los 250 primeros ertzainas de la ampliación.

La primera hornada del acuerdo, cerrado con todo boato en la sede del Gobierno vasco por Balza con el ministro del Interior, José Antonio Alonso, entrará en la Academia de Arkaute en el mes de septiembre.

El "incumplimiento" del pacto, según Balza, obligó ayer al Consejo de Gobierno a asumir los primeros gastos que implica el inicio en breve de la formación de los 250 policías. El Ejecutivo tuvo que autorizar una ampliación presupuestaria de 795.800 euros con el fin de pagar hasta finales de año los uniformes, otros materiales, manutención y sueldos de los futuros agentes durante su estancia en la academia policial.

Esta crisis entre ambos ejecutivos se suma a la que ya arrastran ambas administraciones en todo lo relativo al pago de las facturas por la limpieza del fuel del Prestige y los descuentos que periódicamente se realizan entre sí las Haciendas central y vasca por diferencias en el cómputo del Cupo.

La "sorprendente" situación creada por este "incumplimiento" dio pie ayer a los representantes del Gobierno vasco en funciones para censurar con dureza al presidente Rodríguez Zapatero, y relacionar su gestión en materia de Interior con la que realizaron los últimos ministros del PP que ocuparon esa cartera.Cuando el ministro Alonso y el consejero Balza cerraron el acuerdo político en septiembre pasado fueron interrogados por los periodistas sobre el asunto de la financiación. De forma escueta, el responsable vasco indicó que esa cuestión había que preguntarla en otra ventanilla: la de las respectivas Haciendas. Ocho meses después, Balza dijo ayer: "Parece que la ventanilla está cerrada".

El consejero ha recordado sin éxito en diversas ocasiones a su homólogo ministerial, según aseguró ayer, que el grifo de la financiación para la ampliación de los 500 ertzainas seguía cerrado. Con todo, espera que este contratiempo, que puede ser solventado con "voluntad política", no tenga por qué afectar a las buenas relaciones que mantienen con los responsables del ministerio. Fuentes del departamento de Alonso reafirmaron ayer a este periódico su "deseo de que la situación de financiación se desbloquee cuanto antes para que se puedan ejecutar" los acuerdos entre los dos responsables de Interior, sancionados en la Junta de Seguridad el pasado 11 de noviembre.

Interior reafirmó su voluntad política con la ampliación, aunque no especificó si el ministro Alonso va a realizar alguna gestión ante la Hacienda central para lograr el desbloqueo. "El asunto ahora está fuera del ámbito del ministerio", indicaron las mismas fuentes.

El nuevo encontronazo sirvió para que el Gobierno vasco desempolvase ayer de nuevo el discurso que ya utilizó en la pasada campaña electoral la coalición PNV-EA de que Zapatero es igual que Aznar. Balza aseguró: "Vamos para atrás con el Gobierno Zapatero" y recordó que en los 25 últimos años no ha habido problemas con la financiación de la Ertzaintza, lo cual hace el actual "incumplimiento especialmente grave".

Por ello, el consejero de Interior en funciones reprochó que presumiblemente el próximo día 22, fecha del pleno parlamentario de designación de lehendakari, el candidato socialista, Patxi López, "vuelva a hablar de más Estatuto", cuando su partido no cumple, en opinión de Balza, el texto vigente. "No pedimos más Estatuto; pedimos que se cumpla lo que hay", sostuvo Balza.

Con el dinero presupuestado ayer (795.800 euros) no se cubren los gastos totales para el primer trimestre que los 250 nuevos agentes van a pasar en Arkaute, según admitió el consejero en funciones. El proceso de selección ya ha terminado y el primer contingente comenzará su formación en septiembre, junto a otros 200 agentes que cubrirán las bajas que se han venido produciendo en estos años.

Tres ministros y una ampliación

La ampliación de la Ertzaintza en 500 agentes fue uno de los caballos de batalla entre las autoridades vascas y los sucesivos ministros del Interior de Aznar. Aunque pueda parecer paradójico, el ministro que más férreamente mantuvo las esencias del discurso del ex presidente, Jaime Mayor Oreja, fue con quien el Gobierno vasco selló su última ampliación antes del triunfo de Zapatero. Fue en noviembre de 2000 y la Ertzaintza se amplió en 280 nuevos policías, 150 financiados por la vía del Cupo y los restantes a cargo de las arcas vascas.

El sucesor de Mayor al frente de la cartera, el actual líder del PP, Mariano Rajoy, llegó al ministerio en febrero de 2001. En sus conversaciones, Balza logró convencerle de que detrás de la petición de la ampliación no había ningún otro planteamiento político. El consejero inundó de papeles y números el despacho de Rajoy hasta dejarle claro que la ampliación era una necesidad operativa. Esa necesidad se vio acrecentada todavía más cuando Balza tuvo que retirar de las calles hasta 500 agentes para dedicarlos a tareas de escolta por la amenaza de ETA. El Acuerdo de Arkaute, firmado entre la consejería y los sindicatos tras el asesinato de dos agentes en Beasain en 2001, incrementó la necesidad de ampliar la plantilla policial. En la etapa final de Rajoy, el problema ya no era político, sino financiero. Pero con Ángel Acebes, el último ministro de Interior del PP, que se hizo cargo de la cartera en julio de 2002, el asunto se empantanó del todo.

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