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Reportaje:

El apóstol de la libertad informática

El gurú del 'software' libre defiende en la Universidad Jaume I de Castellón los valores del sistema operativo no privativo

María Fabra

Richard Stallman no tiene pinta de pirata. Pero podría tenerla. Porque, si se lo propusiera, podría hacer casi cualquier cosa. No en vano, lucha contra el gigante Microsoft y en favor de un sistema operativo informático libre del que él mismo creó una parte. Su aspecto desaliñado recrea la imagen de un "loco" informático dispuesto a luchar por la libertad informática. Por la posibilidad de que todo el mundo encienda un ordenador y pueda utilizarlo sin, para ello, verse en la necesidad de adquirir, además de la máquina, un sistema que la ponga en marcha. Stallman, que nació el 16 de marzo de 1953 en Manhattan, Nueva York, es el gurú del software libre. Y ayer fue entrevistado en la emisora de la Universidad Jaume I de Castellón, Vox UJI Radio, donde se sometió a las preguntas de los asistentes virtuales y físicos.

Como debió pasar en sus mejores tiempos, como cuando a principios de los 80 se enfrentó al "todo" desde la "nada" para combatir la expansión de la industria del software, Stallman se organizó él mismo la entrevista/conferencia. A modo de introducción, explicó cómo fueron sus inicios, a favor de lo que considera que es la "libertad", con mucho trabajo y muchos sacrificios por lograr ese sistema operativo para el que, años después, Linus Torvalds crearía el núcleo con el que se puso en marcha GNU/Linux. Para asegurar que el software GNU permaneciera libre para que todos los usuarios pudieran "ejecutarlo, copiarlo, modificarlo y distribuirlo", se liberó bajo una licencia diseñada para garantizar esos derechos y evitar restricciones posteriores. "Fue un placer hacer este trabajo", dijo ayer Stallman, quien reiteró que, ahora "no hacen falta sacrificios grandes" para utilizar el software libre. Entonces quiso retornar al espíritu de cooperación que prevaleció en los tiempos iniciales de la comunidad de usuarios de computadoras. Ayer se formuló a sí mismo las preguntas que los internautas habían enviado a través de la web de la universidad e hizo "ordenarse" a quienes, presentes físicamente, quisieron formularle alguna cuestión. "Sitúen el micrófono en un lugar y que la gente haga cola para preguntar. Soy un poco sordo y extranjero", dijo, antes de pedir, con continuos "por favor" que hablaran despacio y fuerte. "Igual que las recetas de cocina, los sistemas operativos deberían ser libres", afirmó y se mostró partidario de una "libertad mínima para cualquier tipo de obra". "La ley de derecho de copias no se debe soportar", mantuvo.

Las motivaciones políticas y morales de Richard Stallman le han convertido en una figura controvertida. Él habla de la libertad. Del hecho de que "la mayoría de usuarios utilizan un sistema operativo privativo y no comprenden esta libertad". "Nunca han oído que hay la posibilidad de ser libres usando ordenadores y sólo saben imaginar vivir sin libertad", señaló. Y habló de la necesidad de "presionar" para que, por ejemplo, las universidades emigren al software libre.

Su defensa fue férrea. "No hay excusas para quedarse bajo la dominación de los señores feudales del software", afirmó. "No hay excusas para quedarte en el mundo antiguo donde cada programa tiene un señor porque hemos construido un continente virtual nuevo donde caben todos", añadió. "No tenía indígenas a los que robar, es para el uso de todos y tiene espacio para todos en libertad", añadió.

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