La autopsia confirma que no hubo violencia antes del crimen de Càlig

La autopsia realizada ayer al cadáver de la mujer que fue hallada muerta el domingo junto a un hombre en la localidad castellonense de Càlig desvela que no hubo violencia previa al disparo que le provocó la muerte. El examen realizado por los miembros del Instituto de Medicina Legal indica que el disparo no se realizó a bocajarro pero sí a muy corta distancia y que el arma de fuego del que salió era de calibre pequeño.

Según los resultados de la autopsia, el impacto está situado en la parte posterior de la cabeza y de manera ladeada, lo que causó la destrucción de centros vitales encefálicos y la muerte en el acto, según fuentes del Instituto. El cuerpo no presenta otros signos de violencia o de defensa antes del ataque. El examen sitúa la hora de la muerte alrededor de las 7.00 de la mañana. Esta hora confirmaría la versión de los hechos relatada por la hermana de la fallecida, que dijo que la mujer, acompañada de un conocido, regresó a su casa para buscar la documentación del vehículo con el que, con anterioridad, había sufrido un accidente. La autopsia también ha desvelado que el cuerpo estaba maniatado con una soga fina.

El cadáver de la mujer, Y. V. G, de 26 años, fue hallado junto al de J. M. M. V., un hombre de 23 años. Los forenses realizarán la autopsia sobre este segundo cuerpo durante el día de hoy, aunque un examen preliminar practicado ayer reveló que, en el interior de la cabeza, presenta alojados dos proyectiles, también de un arma de corto calibre. Igual que la mujer, estaba atado con una cuerda fina.

Mientras, la Guardia Civil prosigue con su investigación y trata de localizar a un hombre, ex pareja sentimental de la fallecida, después de haber tenido acceso a una carta que le envió llena de amenazas. Sin embargo, el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles, aseguró ayer que no existe ninguna línea de investigación predominante. Según Calles, el domingo se desplazaron dos equipos de investigación de Madrid, uno de criminalística y otro de investigación operativa, que se han unido a los equipos de Castellón y Vinaròs para proseguir las investigaciones.

El crimen se cometió en la mañana de domingo después de que la fallecida sufriera, junto a su hermana, un accidente de circulación. Las chicas pidieron ayuda por teléfono a dos jóvenes de Vinaròs que acudieron al lugar. Uno de ellos acompañó a la fallecida a su domicilio en busca de la documentación del vehículo, mientras la otra pareja se quedó en el coche, hasta que les extrañó la tardanza de quienes, a esa hora, ya estaban muertos, tal como comprobaron al llegar al domicilio. Los dos yacían en el suelo, atados y con disparos en la cabeza.