El 'gendarme' de la Bolsa
Christopher Cox tiene mucha historia en Washington. A sus 52 años de edad, ocupa desde hace 16 uno de los asientos reservados a la élite política estadounidense como representante del Partido Republicano por California en el Congreso. Y por su patriotismo y lealtad, el presidente George Bush le acaba de encomendar la presidencia de la autoridad que regula los mercados bursátiles (SEC), para darle un toque más liberal a la institución que hasta el 30 de junio dirigirá William Donaldson.
Será el vigésimo octavo gendarme del sector financiero en la mayor potencia económica del mundo. Y se parte del principio de que desempeñará el cargo con independencia. Pero la relación de Cox con la Casa Blanca viene de lejos. Antes de entrar en el universo político del Capitolio, en 1988, fue asesor del ex presidente Ronald Reagan. Y en Wall Street es conocido su apoyo incondicional a la política del presidente Bush, hasta el punto que se postuló como uno de los principales defensores de la reducción de impuestos para reactivar la economía tras la crisis de 2001.
Su biografía no deja lugar a dudas en este sentido. Tras dejar el equipo de Reagan, se reafirmó como un firme defensor del crecimiento de la economía a través de impuestos menos altos, la libre empresa y un Estado menos intervencionista. Y desde entonces ha promovido entre otras una ley por la que pretendía limitar las demandas judiciales por parte de los inversores contra las empresas y criticó la mano dura de la SEC al aplicar la Ley Sarbanes-Oxley, que vela por el buen gobierno corporativo tras los escándalos Enron y WorldCom.
Todo esto puede plantear ciertas reservas entre los miembros demócratas del Congreso, que deben aprobar su designación. Pero Cox juega con ventaja para hacer prosperar su candidatura en Washington, porque a su larga trayectoria en la Cámara legislativa se le suma el control del Partido Republicano en todas las parcelas de poder en el Capitolio. El republicano preside en la actualidad el Comité de Seguridad Nacional, creado tras los ataques suicidas del 11-S.
El perfil de Cox, casado y con tres hijos, se completa con una formación en leyes y empresa por la Universidad de Harvard, donde se graduó en 1983. Por eso no es de extrañar que los principales donantes de su campaña de reelección en 2004 fueran firmas de abogados y empresas del sector financiero. Y un toque original a su biografía: con su padre creó una empresa que se dedicó a la traducción al inglés de los documentos de Pravda, el órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética.
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