Apoteosis de Sagi
Se podría definir la representación en tres brochazos. El primero de ellos, accidental, vino del estruendo que produjo internamente una manguera. Parecía que se iba a venir abajo toda la escenografía. En escena estaba Rafael Castejón. Miró de refilón hacia arriba, después hacia el suelo y, como quien no se da por enterado, introdujo en el texto una frase antológica: "Se me ha caído el pañuelo". Carcajada estruendosa. Hasta los ruidos cesaron. Hace falta mucha sangre fría y mucha madera de gran actor. Memorable.
El segundo momento estelar -lo mejor de la noche- vino al final de la primera parte con la escena del "canto a Murcia", que, dicho sea de paso, levantó una de las ovaciones más clamorosas que yo recuerdo en el teatro de La Zarzuela. Merecida. Sagi, en estado de gracia, y su equipo plantearon la escena con palmeras, estrellitas ("las estrellas del cielo son 112 y las dos de tu cara 114", dice el personaje de Miguel un poco antes) y frutos de la huerta en una apoteosis del kitsch elegante verdaderamente irresistible.
La parranda
De Francisco Alonso, con libreto de Fernández Ardavín. Director musical: Miguel Roa. Director escénico: Emilio Sagi. Escenografía: Ricardo Sánchez-Cuerda. Figurines: Miguel Crespí. Nueva producción. Con María Rey-Joly, Eliana Bayón, Jose Julián Frontal, Carlos Crooke y Rafael Castejón. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Teatro de La Zarzuela, Madrid, 10 de junio.
El tercer brochazo a destacar vino de la escena de la boda. Fue un prodigio de realización teatral: en la distribución de espacios, movimientos y atención a los pequeños detalles; en la dirección de actores. Evidentemente, Sagi tenía su gran noche. La transición de la celebración al canto de los auroros (coros tradicionales murcianos) fue, sencillamente, ejemplar, dejando el espacio vacío con una limpieza impoluta. Los toques de revista musical, la ligereza que daban los tonos pastel del vestuario, la inspiración y racionalidad de la escenografía, incluso los cortes (no siempre hay que ser fanáticos de las lecturas filológicas) conformaron una lectura ágil y entretenida de la zarzuela. Triunfó Emilio Sagi, pero también Jose Julián Frontal, María Rey-Joly, Rafael Castejón en el lado teatral y, en fin, la orquesta a las órdenes de Roa, el dispuesto coro y hasta el cuerpo de baile. La parranda estará en cartel hasta el 17 de julio. Muy recomendable.
Babelia
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