Manjón abandona temporalmente Madrid tras recibir amenazas de muerte
Poco podía sospechar Pilar Manjón que defender la memoria de su hijo, asesinado en uno de los trenes que reventaron los terroristas en Madrid, le obligaría a cambiar temporalmente de residencia. La presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo confirmó ayer que ha tenido que marcharse de la capital porque recibe continuas amenazas de muerte; sin embargo también dejó claro que su voz "no se va a callar", porque es la voz de su hijo y de todos los ausentes.
Manjón destacó que en los últimos días, especialmente desde la manifestación, el pasado 4, de la Asociación de Víctimas del terrorismo (AVT) -su asociación no la secundó- también ha recibido constantes ataques desde "tribunas mediáticas" con el objetivo de "desprestigiarla". Para ella, toda esa campaña tiene una explicación: "Si hiciera caso de la prensa, sería la culpable de la muerte de mi hijo. Mi pecado es que a mi hijo no le asesinó quien ellos querían [ETA] y punto", en referencia a las conclusiones en la comisión de "algunos grupos parlamentarios".
Manjón ha interpuesto una demanda por las amenazas recibidas en los últimos días, y tanto el Ministerio del Interior y la policía, como la Delegación del Gobierno y la oficina del alto comisionado Gregorio Peces-Barba se han puesto en contacto con ella para asesorarla. De momento, no se ha decidido asignarle escolta. Según fuentes conocedoras del caso, Manjón recibe correos electrónicos y mensajes de móvil "tremendos". Incluso en un supermercado tuvo que oír las siguientes palabras: "Por culpa de los muertos de esta gentuza hemos perdido las elecciones".
La presidenta de la asociación 11-M se refirió en la emisora RAC-1 a los trabajos de la comisión, que en su opinión dejan claro que "hubo unos responsables"; y a las conclusiones del PP, en las que se asegura que aún se desconoce el autor intelectual de los atentados, Manjón señaló: "El juez del Olmo lo tiene muy claro. Se llama Abu Dahdah", informa Europa Press. Manjón se lamentó de que "con el ambiente incendiario" que están "viviendo las víctimas", la comisión no sirva para lo que ellas pedían, que fuera "una cuestión de Estado, y que no se utilizara a las víctimas como arma arrojadiza".
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