Mercadillo bonito, ¿a costa de quién?
El antiguo mercadillo dominical de Marqués de Viana ha sido trasladado a la avenida del Príncipe de Asturias. Supongo que el intento por mejorar el aspecto ha llevado a homologar los puestos, pero esto ha supuesto un encarecimiento considerable para los vendedores.
Conozco un caso, aunque supongo que habrá otros, de una familia que lleva muchos años con un puesto en el antiguo mercadillo como un medio primordial de subsistencia, pero que no puede afrontar el gasto que supone la nueva situación.
Para solicitar un fraccionamiento de los pagos, se ha recurrido a los servicios sociales, que alegan que "no es de su competencia" y remiten a la Junta Municipal de Tetuán, que, a su vez, por "no ser su competencia", remite a Vías Públicas, que alega que sólo es posible acceder al puesto de venta abonando de una vez la cantidad requerida, lo que obliga a esta familia a pedir ayuda o, en caso de no conseguirla, abandonar su medio de vida.
Ésta es una oportunidad de evitar que se excluya a alguien ya integrado. Si no se intenta siquiera eso, ¿cómo se va a incorporar a los que todavía están fuera? Y, sin embargo, ¿qué hay más cerca del ciudadano que los propios Ayuntamientos? Ellos serían los que de verdad, en la práctica, podrían integrar en vez de excluir a las personas más frágiles, haciendo realidad la tan oportunistamente utilizada lucha contra la pobreza y la exclusión social.